Han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios

Ilustración de muñeco levantándose y siendo victorioso.

Nuestra sociedad ha desarrollado algo, que trata incluso con cierto orgullo, pero que, de hecho, es un verdadero cáncer que hay que extirpar. Es lo que en Brasil llaman “jeitinho brasileiro” y en Colombia lo llaman “malícia indígena“.

Si bien, para muchos, la “malícia indígena” es tratada como algo positivo, en el sentido de creatividad, flexibilidad o improvisación, la gran verdad es que en la práctica se convierte en un medio para eludir leyes, reglas y aprovecharse del otro. Si la ley dice “no se puede“, la “malícia indígena” tratará de encontrar una forma que diga “sí, se puede“. Y créanme, todos, en algún momento, hicimos uso de la “malícia indígena”.

Quizás alguna vez llegaste a algún lugar y encontraste una fila larga, pero solo querías hacer una pregunta. Luego, uno trata de dirigirse directamente al asistente para decirle que “solo tengo una pregunta“. Sin embargo, no sabemos cuántas personas en la fila también estaban allí para hacer una sola pregunta y estaban respetando la cola. Usamos la “malícia indígena” y tratamos de justificarnos, convenciéndonos de que era “necesario” o “justo“. Aparcamos o paramos en un lugar prohibido porque es “rápido” o evadimos impuestos porque los políticos son corruptos. No son más que justificaciones que se utilizan para aplicar la famosa “malícia indígena”.

Estoy absolutamente seguro de que la “malícia indígena” es una característica de nuestra vieja naturaleza. Pero ya “se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador”. Por lo tanto, ahora cambiamos la malícia indígena por las enseñanzas de Cristo. El cambió la “malícia indígena” por servir en lugar de ser servido (Mt 20:28), por ser el último en lugar de ser el primero (Mc 9:35), por sentarse en el último y no en el mejor lugar (Lc 14:10 )

Que nosotros, tú y yo, seamos practicantes del ejemplo de Cristo y no más de la “malícia indígena”.

Oración: Señor, quiero perder las costumbres del viejo hombre, de tratar de sacar ventaja en todo. Quiero aprender del ejemplo de Cristo. ¡Amén!

Versículo base: Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.(NVI) Colossenses 3:9-10

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