Sufridos y pacientes en la tribulación

cielo turbulento

El millonario James Stephen Fossett despegó en su rancho con su mono-motor Flying-M el 3 de septiembre de 2007 en el desierto de Nevada y desapareció. Algún tiempo después, los restos del avión se encontraron a una altitud de 3.200 metros en las montañas de Sierra Nevada, cerca de Lakes Mammoth, California. También se encontraron su billetera, documentos, dinero, sus zapatos y dos huesos grandes, cuya prueba de ADN confirmó que pertenecían al millonario. El informe de la NTSB, la agencia que investiga los accidentes aeronáuticos, concluyó que fue la turbulencia que derribó la aeronave. Si bien se dice que turbulencia no derriba aviones, no es una verdad absoluta cuando se trata de aviones pequeños como el mono-motor Flying-M Ranch.

En este mundo vamos a enfrentar turbulencia. Algunas turbulencias quizás solo llegarán a tu vida o a la mía. Otras, como la pandemia, pueden afectar a muchos. Y cuando viene la turbulencia, es mejor viajar en un Airbus que en un Flying-M Ranch.

Cuando decidimos enfrentar solos a las turbulencias de esta vida, es como si voláramos en un mono-motor. Sin embargo, cuando estamos con Cristo, podemos atravesar la confusión con la fuerza y ​​el poder de un Airbus. Sentiremos el temblor, los movimientos bruscos de la aeronave y la fuerza de los vientos. Pero no vamos a caer.

Pablo en su carta a los Romanos advirtió a que seamos “gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración”. Me gusta mucho la versión en portugués de ester versículo, donde en lugar de “sufridos” dice “pacientes“. En la turbulencia, hay que ser pacientes. Pablo sabia que vendría la “turbulencia”, a la que en su texto llamó tribulación. Y nos dice que seamos pacientes. Y la gran verdad, es que cuando estás en un Airbus en medio de la confusión, lo que tiene que hacer es sentarse, apretarse los cinturones de seguridad y tener paciencia. Pero en un mono-motor, donde estás solo, las dificultades serán sin duda mucho mayores.

Oración: Señor, decido enfrentar las turbulencias de esta vida, de la mano contigo. Ayúdame a ser paciente en la tribulación, sabiendo que los vientos pueden ser fuertes, pero no me derribarán. ¡Amén!

Versículo base:Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración” (NVI) Romanos 12:12

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