La vida de los hermanos King

Maurice y Harrold King eran dos hermanos que llevaban una vida muy sencilla en el campo. Pasaron toda su vida viviendo de lo que ellos mismos producían, en una humilde casita, sin ninguna comodidad. Su casa ni siquiera tenía electricidad. Hasta ahora, no hay nada extraordinario en sus vidas, ¿verdad? Lo que hace que su historia sea diferente de todas las demás es que la tierra en la que vivían era de su propiedad y valía más de $ 6 millones de dólares. Aún así, los hermanos King nunca aceptaron venderlas. Desde su nacimiento hasta su muerte, eligieron la vida sencilla en su campo, rechazando todas y cada una de las ofertas millonarias por sus tierras.

¿Qué vale más? ¿Una vida con mucho dinero o una vida sencilla en el campo? Los hermanos King, siempre se quedaron con la segunda opción. Eligieron la paz sobre el dinero. Eligieron la vida sencilla y pacífica sobre las riquezas. Es probable que los hermanos King entendieran esta vida y la disfrutaran más que la mayoría de nosotros.

Salomón, el hombre más sabio que jamás haya existido, escribió mucho sobre las riquezas. Y entre sus escritos, encontramos el verso de hoy: “Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!”. El gran problema de los amantes del dinero es que nunca estarán satisfechos. Y tal vez el versículo 12 de Eclesiastés 5 explique lo que los hermanos King habían entendido: “El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir.”.

Creo que los hermanos King podrían dormir tranquilos.

Oración: Señor, elijo ser un hombre trabajador y no amar el dinero, porque aprendo en tu palabra, que quien ama el dinero nunca estará satisfecho. ¡Amén!

Versículo base: Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo! Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos? El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir. (NVI) Eclesiastés 5:10-12