La violencia contra las mujeres

La violencia contra las mujeres es un problema en todo el mundo. En algunos países, sin embargo, adquiere proporciones mucho mayores de lo que podemos imaginar. La China, por ejemplo, es un país donde las estadísticas muestran que 1 de cada 4 mujeres es víctima de violencia. Y hasta 2016, ni siquiera se consideraba un delito.

Un caso que se hizo famoso fue el de una influencer llamada Lamu, que tenía 800.000 seguidores en una red social china llamada Douyin (una versión de TikTok de China). Poco después de su boda, fue a la policía a presentar una denuncia por la violencia que estaba sufriendo, pero la policía le dijo que era “un asunto de familia”. Lamu solicitó el divorcio y 3 meses después, fue asesinada por su esposo, con un nivel de crueldad que no quiero dejar constancia aquí.

En Brasil, las estadísticas indican que el 40% de las denuncias de violencia contra la mujer son realizadas por mujeres que se consideran evangélicas. Los hombres que dicen ser cristianos usan versículos fuera de contexto para ejercer dominio sobre sus mujeres. Quizás el más usado es Efesios 5:22 que dice “Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.”. Sin embargo, el texto no termina ahí, continúa. Y en el versículo 25 encontramos: “Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella”. Ahora bien, la mujer debe sujetarse de la misma manera que el marido debe amarla hasta el punto de dar su propia vida por ella.

Mi hermana que estás leyendo este mensaje: no aceptes la violencia impuesta por tu esposo, denúncielo, llama a la policía. Mi hermano que estás leyendo este mensaje: tu deber cristiano es amar y dar la vida por tu esposa, y ser violento con ella no tiene nada que ver con el amor o la entrega. En un hogar cristiano, no debe haber lugar para la violencia. De ninguna manera.

Oración: Señor, hoy oro por todas las mujeres de este mundo que son víctimas de la violencia. Libra a cada una de ellas de la violencia y quebranta el corazón de los hombres cristianos que tienen un comportamiento violento, revela el pecado, transforma su mente. Amén.

Versículo base: Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo Él mismo el Salvador del cuerpo. Pero, así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. (NBA2005) Efésios 5:22-28