La parábola de los dos hijos

Jesús fue un gran contador de historia y, a través de ellas, enseñaba las verdades de la palabra a sus discípulos y a las multitudes. Y aquí tenemos una historia simple, pero profunda, contada por Jesús en el templo, a los fariseos y líderes religiosos.

Jesús dijo que cierto hombre tenía dos hijos, y al mayor le dijo:
– “Hijo, ve a trabajar en la viña”.
Pero este hijo no quiso ir y respondió:
– “¡No quiero ir!.”
Sin embargo, Jesús cuenta que este hijo, luego cambió de opinión y se fue.
Jesús continúa contando y relata que este mismo padre, fue donde su otro hijo y le dio la misma orden.
El segundo hijo respondió rápidamente:
– “¡Sí, señor, iré!”.
Pero este hijo, finalmente, se quedó sólo en palabras y no fue a la viña.

Jesús luego pregunta a los fariseos y a los líderes religiosos:
– “¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería?
Y ellos respondieron:
– “El hijo mayor hizo lo que el padre le pidió”.
Y luego vino la dura verdad, que aquellos líderes fariseos no estaban preparados para escuchar.
Jesús los miró y con autoridad dijo:
– “Les aseguro que la gente de mala fama, como los cobradores de impuestos y las prostitutas, entrará al reino de Dios antes que ustedes”.

Jesús explicó, con esta ilustración, que de nada sirve hablar, si nuestras acciones no corresponden a lo que decimos. Aquellos líderes religiosos hablaban mucho de las cosas de Dios, pero no las vivían en la práctica.

Y si Jesús en aquel día habló a los fariseos, hoy esta palabra nos habla, a ti y a mí. Por qué hablamos más de lo que vivimos. Con nuestra boca declaramos las verdades de Dios, pero no las vivimos en la práctica. Y necesitamos vivir verdaderamente el evangelio. No basta con predicar la palabra si no la vivimos.

No basta con decir “Sí Señor, iré”, si no vas. Mejor es ir que hablar.

Oración: Señor, no quiero ser una persona que no vive lo que predica. Me ayuda a Señor a vivir lo que yo predico. Que sea una persona que hace y no solo habla. Amén.

Versículo base: Jesús también les dijo: – ¿Qué opinan ustedes de esto que voy a contarles? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo al mayor de ellos: “Hijo, ve a trabajar en la viña.” »Él le respondió: “¡No quiero ir!” »Pero después cambió de idea y fue a trabajar. »Luego el hombre también le dijo a su hijo menor que fuera a trabajar, y él le respondió: “¡Sí, señor, iré!” »Pero el muchacho en verdad no fue. ¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería? Los sacerdotes y los líderes contestaron: —El hijo mayor hizo lo que el padre le pidió. Jesús les dijo: — Les aseguro que la gente de mala fama, como los cobradores de impuestos y las prostitutas, entrará al reino de Dios antes que ustedes. (BTLA) Mateo 21:28-31

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