Vidas de mentira

Estaba viendo el documental sobre la muerte de una celebridad en España. No diré nombres, porque el caso está lleno de incertidumbres y siempre trato de evitar juicios o exposición cuando los hechos no están confirmados. Sin embargo, casos como este existen por miles y solo no lo sabemos. Estoy hablando de vidas de mentira, que parecen ser una cosa pero en realidad no lo son.

Los dos formaban una pareja famosa y eran vistos como la relación perfecta. Ambos bellos, ricos y enamorados. Una vida perfecta e irreparable. Hasta que, un día, cuando la esposa estaba de viaje, el esposo fue encontrado muerto en su departamento. Como no estaba claro si se trataba de un suicidio o asesinato, la policía tuvo que investigar la muerte. Y al rastrear los últimos movimientos del hombre en ese día lo que la policía encontró fue consumo excesivo de pornografía, compra y consumo de drogas, visita a un burdel y otras cosas más. La esposa también se considero sospechosa de encomendar la muerte de su esposo. Y el castillo de arena de la pareja perfecta se vino abajo.

Esta historia revela que no todo lo que vemos en la televisión o en las redes sociales es cierto. Siempre debemos recordar que las fotos que suben a las redes sociales se toman en momentos de alegría y no en medio a las discusiones, peleas y adicciones. Y no sabemos lo que pasa a puertas cerradas, en la intimidad, en el secreto.

Esa influencer que sigues no tiene la vida perfecta que crees que tiene. Ese ejecutivo no tiene éxito en todos sus proyectos y ese famoso futbolista tiene depresión en su lujosa mansión. Shakira puede hasta cantar que “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, y llorar a escondidas, porque ella es humana y la traición duele, seas quien seas.

Esta reflexión es una alerta para aquellos que se deprimen viendo las redes sociales, siguiendo vidas perfectas y pensando que la suya es miserable. Dios es el único que sabe todas las cosas. Él ve todo lo que está oculto y de Él nada podemos esconder.

Por eso, mejor lleva todas tus cargas a Dios. No permitas que las vidas de mentira en las redes sociales te hagan sentir frustrado o desanimado. “No es oro todo lo que reluce, no es diamante todo lo que brilla“.

Oración: Señor, vengo ante ti para confesarte que a menudo envidio la vida de las personas en la televisión o en las redes sociales. Líbrame Señor de este sentimiento. Solo tú sabes toda la verdad y lo que no está publicado. Que yo pueda aprender a ser feliz y satisfecho con mi propia vida. Amén.

Versículo base: Pues Dios observa cómo vive la gente; ve todo lo que ellos hacen. No hay oscuridad tan densa que pueda esconder a los malos de sus ojos. (NTV) Job 34:21-22