¿Qué has estado cambiando por dinero?

Este es un conocido chiste soviético. Y también, una ilustración muy interesante.

Se dice que Stalin visitó una fábrica de automóviles en la Unión Soviética y quedó impresionado por la tecnología y la ingeniería de su país. Durante la visita, le presentaron un nuevo modelo que sería lanzado al día siguiente y Stalin, preguntó a un funcionario:
– “¿Cómo se llamará este coche?”
El funcionario dijo con orgullo:
– “Este coche se llamará PATRIA, mi camarada Stalin”.
Inmediatamente, el semblante de Stalin cambió. Claramente no le había gustado el nombre del auto. Un silencio, de poco más de 10 segundos, parecía no acabar, y todos esperaban ansiosos el desenlace de esa conversación.
Entonces Stalin, después de dar una calada a su pipa, preguntó:
“¿Eso significa, que estarías dispuesto a vender la PATRIA?”
Al día siguiente, esa fábrica lanzó su nuevo auto llamado VICTORIA.

Esta pequeña anécdota me hace pensar en cosas que vendemos o cambiamos por dinero, constantemente.

Debido a la necesidad de trabajo, intercambiamos tiempo con nuestros hijos o familiares por dinero. Muchas veces, nuestra salud también se vende, en trabajos insalubres, que afectan nuestro bienestar. Aún más crítico es cuando nuestro honor o dignidad tiene un precio y los vendemos para obtener ganancias ilegales.

Mi querido hermano y hermana, lo cierto es que todos intercambiamos algo por dinero y en muchos casos esto puede ser una necesidad para sobrevivir. Sin embargo, debemos saber que todo tiene un límite. La propia ley establece el tiempo máximo de trabajo diario y semanal. Si los superamos constantemente, algo anda mal y es necesario ajustarlo. Nuestra salud también debe ser una prioridad, y siempre valdrá más que cualquier dinero que podamos recibir. Y sobre todo, hay cosas que no se pueden vender y el honor y la dignidad son algunas de ellas.

Finalmente, que el trabajo no sea el motivo para no congregarse, para no asistir a la casa de Dios. Recuerde que Judas cambió a Jesús por 30 monedas de plata y su destino fue la muerte. Que este, no venga a ser mi destino o el tuyo.

Mi invitación para ti es a reflexionar sobre lo que estás intercambiando por dinero y empezar, desde hoy, a tener una actitud diferente.

¿Qué has estado cambiando por dinero? – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero tomar las decisiones correctas, sobre lo que puedo o no cambiar por dinero. Sé que el dinero es una necesidad, pero hay cosas que no se pueden negociar. Revélame Señor, cuando hago elecciones equivocadas. Amén.

Versículo base: Entonces Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, fue a ver a los principales sacerdotes y preguntó: «¿Cuánto me pagarán por traicionar a Jesús?». Y ellos le dieron treinta piezas de plata. A partir de ese momento, Judas comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús. (NTV) Mateo 26:14-16

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