Un lider se conoce con el ejemplo

El Dr. Anthony Fauci es el principal asesor médico del presidente estadounidense Joe Biden. Dr. Fauci, ya ocupa el cargo de asesor médico presidencial desde Ronald Reagan. En 2015, en la lucha contra el ébola, incluso a la edad de 74 años, trataba personalmente a los pacientes, para demostrar a su equipo que no les pediría que hicieran nada que él mismo no haría. En 1988, cuando hubo manifestaciones contra el gobierno estadounidense por las respuestas al tratamiento del SIDA, Dr. Fauci pidió al FBI que no arrestara a nadie, sino que invitó a los líderes de las protestas a ir a su oficina para hablar y establecer una relación de confianza con ellos. Tony Fauci, como se le conoce, es un gran ejemplo de liderazgo.

Un líder se conoce con el ejemplo y por sus actitudes. Eso es lo que Jesús mostró a una gran multitud en el texto central de hoy. Predicando a una multitud, habló de los maestros de la ley y los fariseos, dijo: “Ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas”. El peor líder es el que dice lo que se debe hacer pero no lo hace. El mal líder sólo desea “que la gente los vea“, pero no está dispuesto a llevar la carga que pone en su equipo.

No sé cuál es su posición de liderazgo, ya sea en el trabajo, en su familia, en un grupo de amigos o en una red social. Recuerde que es con el ejemplo y con su actitud que demuestra que es el líder que es.

Oración: Señor, quiero ser un líder que dé ejemplo y tenga actitudes dignas de ser seguidas. ¡Amén!

Versículo base: Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: Los maestros de la ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés. Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas. Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas; se mueren por el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, y porque la gente los salude en las plazas y los llame “Rabí”. (NVI) Mateus 23:1-7