El discípulo a quien Jesús amaba

Dibujo de un hombre apuntando el dedo para si mismo

En el libro de Juan, al menos en dos ocasiones, se menciona a un “discípulo a quien Jesús amaba“, sin hacer referencia a su nombre. Hoy existe un consenso entre los eruditos de que este era el autor del libro, que optó por no identificarse directamente: Juan. Las dos referencias se pueden encontrar en Juan 13:23 y Juan 21: 7.

Se cree que Pedro, Santiago y Juan fueron los discípulos más cercanos a Jesús. Y aunque esto no está explícito en la Biblia, es cierto que los 3 estuvieron presentes en varios momentos importantes de la vida de Jesús, como la resurrección de la hija de Jairo, la fatídica noche en Getsanimi y la transfiguración.

Pero, ¿realmente amaba Jesús a Juan más que a los demás? En mi limitado conocimiento, tengo mi propia percepción sobre el tema, que informaré aquí. Jesús amaba a todos los discípulos. Sin embargo, Juan entendió, más que nadie, que Jesús lo amaba.

Jesús nos ama a todos. Sin embargo, algunos de nosotros entendemos más fácilmente esta verdad celestial y comenzamos a vivir como un amado de Cristo. Otros, a pesar de ser amados por Cristo, viven como si no fueran amados por Él. No disfrutam de este amor, de la misma manera que los que ya han entendido el amor de Cristo.

¿Cómo has estado viviendo tu vida? ¿Como el amado de Cristo? ¿O vives tu vida de la misma manera que todos los demás, como si no fueras el amado del Señor?

Oración: Señor, quiero vivir mi vida sabiendo que soy a quien amas. ¡Amén!

Versículo base: Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: –Ciertamente les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar. Los discípulos se miraban unos a otros sin saber a cuál de ellos se refería. Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba a su lado. (NVI) Juan 13:21-25

–Muchachos, ¿no tienen algo de comer? –les preguntó Jesús. –No –respondieron ellos. –Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. –¡Es el Señor! –dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: ‘Es el Señor’, se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua. (NVI) Juan 21:5-7

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