Si ustedes le dan más importancia a unas personas, están pecando

Se dice que Henry Ford quería contratar un nuevo director para su empresa.
Seleccionó a dos candidatos, de la misma universidad, con el mismo promedio en sus notas y los llevó a cenar. Durante la cena charlaron, hablaron cotidianidades, rieron y cuando terminó la cena y todos salían del restaurante, Henry Ford se volvió a uno de ellos y le dijo:
– “Muy bien, estás contratado. Empezamos a trabajar juntos el lunes.”
Y dirigiéndose al otro, dijo:
-“Gracias por venir, pero no trabajemos juntos en esta oportunidad.”

El ejecutivo rechazado, tomándose de valor, le preguntó a Ford:
– “Señor Ford, durante toda la cena, nunca hablamos de nada relacionado con el trabajo, nuestras experiencias profesionales o sobre carros. Pero usted eligió a mi adversario para el puesto. ¿Puedo saber por qué?”
Entonces Henry Ford dijo:
– “Fue por dos razones. La primera es que su adversario, como usted dijo, probó su carne primero y luego le añadió sal. En cambio tú, primero agregaste la sal y luego probaste la carne. Me gusta la gente que prueba las cosas antes de hacer cambios. Y la segunda y principal razón es que tu adversario, como los has llamado, fue cortés con todos, especialmente con los camareros, siempre diciendo ‘por favor’ y ‘gracias’, mientras que tú solo fuiste cortés conmigo y todos los demás eran invisibles para ti”.

Necesitamos desarrollar la capacidad de ver a seres humanos donde otros sólo ven un cuadro en el organigrama.

Un cristiano nunca debe despreciar a alguien por su función o posición social. A un verdadero siervo de Cristo, no le importa si alguien es camarero, encargado de la limpieza, cuidador de autos o mendigo. El cristiano sólo ve a seres humanos, la creación de Dios.

Jesús fue el blanco de la ira de los líderes fariseos porque trataba a todos por igual. Jesús no distinguía entre un líder fariseo y un leproso, una prostituta o un recaudador de impuestos. Y esto era algo inaceptable para aquellos hombres, vencidos por el orgullo y la distinción entre las personas.

Alguien dijo una vez que “el mejor indicador del carácter de alguien es cómo trata a las personas que no pueden traerle ningún beneficio”. Y no hay mejor ejemplo de carácter que Jesús.

Oración: Señor, quiero tratar a todos por igual, como seres humanos, sin importar su rol o condición social. Que pueda aprender del ejemplo de Cristo. Amén.

Versículo base: Pero si tratas a las personas según su apariencia, estás pecando y la ley te condena como culpable. (NTVL) Santiago 2:9

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