Responsabilidad de Papá

Viendo un episodio del programa Operação Fronteira, que presenta los casos de narcotraficantes y contrabandistas que son interceptados en la frontera entre Brasil y Bolívia, un caso en particular me llamó la atención.

Una mujer de mediana edad fue interceptada con contrabando. Normalmente las personas que son atrapadas, tienen la costumbre de decir que fue su “primera vez”, pero a esta mujer no le importó reconocer que hace lo mismo, 2 o 3 veces por semana, siempre cargando contrabando. Luego, la periodista hizo algunas preguntas sobre si volvería a llevar contrabando. Ella, siendo completamente honesta, dijo que sí, pues ya tenía cierta edad y no tenía educación:
– “Crecí en un lugar y mi padre nunca se preocupó de que yo estudiara”, dijo la señora.
Después, dijo que tenía 2 hijas, pero que una ya había muerto y solo quedaba una hija. Y cuando el periodista preguntó dónde estaba el padre de sus hijas, se tomó unos segundos para finalmente decir:
– “Es una muy buena pregunta”.

Esta mujer tenía un padre que, posiblemente por ignorancia, no se preocupó en darle educación a su hija. Posteriormente, fue abandonada por el padre de sus hijas. Fue defraudada por dos padres que no cumplieron con su responsabilidad parental.

Cuando un padre no cumple con su obligación como papá, la vida de sus hijos se ve gravemente afectada. Y a partir de entonces, generaciones enteras pueden verse afectadas por la negligencia de un solo progenitor.

Asimismo, un padre presente y responsable, que impacte positivamente la vida de sus hijos, podrá ver frutos por varias generaciones.

Si eres padre y estás leyendo esta reflexión, todavía estás a tiempo de impactar positivamente la vida de tus hijos.

Reflexiona ahora sobre tu responsabilidad como papá y sobre cómo has respondido a ella. Si tus hijos están vivos, siempre habrá tiempo para ser un padre presente y responsable.

Y si no eres padre, envía esta reflexión a los padres que conoces.

Oración: Señor, he cometido muchos errores como padre. Pero te agradezco porque todavía estoy a tiempo de ser un padre presente y responsable. Ayúdame Señor a ser el padre que mis hijos necesitan. Amén.

Versículo base: Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos! No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad. (NTV) Salmos 127:3-5

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *