Quien peca necesita “privacidad”

Una controvertida demanda judicial está en marcha en los Estados Unidos. Por respeto a los implicados no mencionaré sus nombres, ya que la finalidad de Hora de Orar es siempre la reflexión y no la exposición de las personas y su vida privada.

Pero el caso ocurrió en 2022. Un hombre alquiló una casa a través de una famosa aplicación de hospedaje. Luego de pasar unos días en la casa y violar varias reglas, como no ingresar extraños a la casa, no fumar, entre otras, el hombre abandonó la propiedad sin pagar las multas por incumplimiento, y le dio a la propiedad una evaluación negativa en la plataforma de hospedaje.

Lo que este hombre no imaginó, fue la “venganza” de la dueña de la propiedad. Resulta que ese hombre había llevado una amante a la casa alquilada, hecho que quedó registrado por las cámaras de seguridad del inmueble (y de ahí la multa por personas “extras” en el apartamento). Y como venganza por no pagar la multa y también por la valoración negativa recibida en la plataforma, la dueña del inmueble, envió imágenes de la amante entrando a la casa, directamente a la esposa de ese hombre.

Este hombre vio su matrimonio gravemente afectado por la revelación de su infidelidad y presentó una demanda contra la propietária y la plataforma de hospedaje. Según el abogado del hombre, que conduce el caso, “el matrimonio del cliente ha sido dañado, provocando gran sufrimiento, humillación pública y angustia mental”. El caso es controvertido porque pone en jaque la privacidad de los huéspedes. ¿Imagínese si eso sucediera con frecuencia?

Lo curioso de la historia es que, según el abogado, el matrimonio del cliente se vio perjudicado por la revelación de su infidelidad, y no porque la misma ocurrió. Según el abogado, la revelación del adulterio de su cliente le provocó “gran sufrimiento, humillación pública y angustia mental“, como si su esposa no fuera la verdadera víctima de su infidelidad.

Los que pecan necesitan privacidad. Quienes mienten, engañan y roban, no quieren ser descubiertos para no sufrir “humillación pública y angustia mental“. Quienes tienen cosas que ocultar no revelan la contraseña de su celular o computadora.

Pero lo que ignora el que peca, es que nada está oculto ante Dios. Toda la idea de privacidad, de ocultar el pecado, no es más que una ilusión. Jesús nos advirtió a todos, en Lucas 8, versículo 17: “Pues todo lo secreto tarde o temprano se descubrirá, y todo lo oculto saldrá a la luz y se dará a conocer a todos.”

¿Hay pecado escondido en tu vida? Decide hoy abandonarlo. Acude a los pies del Señor, confiesa tu pecado, pide perdón y experimenta la paz que sólo la verdad y una vida transparente pueden dar.

Oración: Señor, quiero confesarte mi pecado escondido. No quiero una vida de mentiras, porque me trae dolor y sufrimiento a mí y a las personas que amo. Quiero la paz que encuentro en la verdad. Amén.

Versículo base: Pues todo lo secreto tarde o temprano se descubrirá, y todo lo oculto saldrá a la luz y se dará a conocer a todos. (NTLH) Lucas 8:17

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