Prisa y distracción

La vista desde la ventana de un avión. Ezequiel 18:32

Sucedió el 20 de agosto de 2008, en un vuelo de Spanair, que iba partir de Madrid hacia las Islas Canarias. Antes del despegue, los pilotos descubrieron que uno de los medidores de temperatura daba información errónea. Con eso, deciden regresar a la terminal para ajustar el problema. La demora ya superaba 1 hora y luego, el equipo de mantenimiento, siguiendo el protocolo, decide desactivar el relé de la sonda que conectaba el medidor y liberar el avión para volar. Sin embargo, al despegar, el avión toma algunos metros de altitud, y de repente se inclina hacia la derecha y cae, estrellándose contra un arroyo, causando una explosión. Un total de 153 personas murieron en el accidente.

La investigación concluiría que los flaps y slats no estaban extendidos en la posición adecuada para el despegue, razón por la cual, las alas no tenían suficiente sustentación para despegar. También se descubrió que la prisa por el retraso del vuelo y una distracción dentro de la cabina, no permitieron que el copiloto completara la lista de verificación y constatara a tiempo que la posición de los flaps no era la correcta. Por otro lado, el avión tenía un sistema de alerta que, sin embargo, no se activó porque estaba conectado al mismo relé que se había desconectado en el mantenimiento del avión.

La prisa y la distracción pueden ser peligrosas en cualquier situación, especialmente si estás piloteando un avión. La prisa en nuestro día a día, también nos ha llevado a pasar días, semanas o meses sin una sola meditación sobre la palabra de Dios y sus enseñanzas. Las distracciones que nos ofrece el mundo también son una trampa peligrosa para reemplazar la lectura de la Biblia y la oración en nuestra vida diaria. Apresurados y distraídos, no nos damos cuenta de que hay que hacer ajustes. Apresurados y distraídos, no podemos visualizar los peligros que nos rodean y avanzamos rápidamente hacia una tragedia que podría evitarse.

Si esta meditación ha llegado hoy a tus manos, quizás sea un “alerta” que, a diferencia del vuelo de Spanair, está activado en tu panel diciendo “detente un poco, disminuye la velocidad, hay que hacer ajustes“. Mi deseo hoy es que pueda identificar cuáles son estos ajustes y tomar medidas, para que pueda tener un viaje sin problemas.

Oración: Señor, hoy quiero reducir la velocidad, eliminar las distracciones y poner atención a los ajustes que necesito hacer en mi vida. ¡Amén!

Versículo base: Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente. (NVI) Ezequiel 18:32

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