Entre el “érase una vez” y “vivieron felices para siempre”

Todos conocemos las fábulas que empiezan con “érase una vez” y terminan con “vivieron felices para siempre”. La Bella Durmiente, Blancanieves y los siete enanitos, Caperucita Roja y muchos otros cuentos que escuchamos en nuestra infancia, tienen su “érase una vez” y “vivieron felices para siempre”.

Pero en todas las historias, fábulas y cuentos, entre “érase una vez” y “vivieron felices para siempre”, sucedieron muchas cosas. El drama, el sufrimiento, la tristeza y la preocupación, son el “relleno” de todas las historias famosas que conocemos. No hay fábula que no tenga algo de dramatismo entre el principio y el final.

Nuestras vidas son muy similares. Érase una vez un brasileño llamado Bernardo, nacido en Brasil, en el interior del estado de Rio Grande do Sul, que se fue a vivir a Colombia. Y en esta historia, han pasado muchas cosas. Tristezas, luchas, dificultades. Victorias y alegrías. Momentos de miedo y oscuridad. Días de certeza y días de duda. Esta ha sido mi vida y estoy seguro de que no es diferente a las vidas de la gran mayoría de las personas.

Pero ¿qué pasa con el “vivieron felices para siempre”? ¿Llegará en algún momento?

Cuando acudo a la palabra de Dios, encuentro que “el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas” (Juan 16:33). El versículo completo dice: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo”. Es interesante ver que Jesús habla de paz, ánimo y victoria. Pero ni la paz, ni el ánimo, ni la victoria, significan ausencia de pruebas o tristezas.

Lo que nos dice el versículo es que podemos tener paz en medio de las pruebas, porque de antemano sabemos que son parte de la vida. El versículo nos exhorta a tener ánimo en medio de la tristeza. Y la victoria de Cristo sobre el mundo me dice que yo también tendré victoria sobre mi aflicción. Y sobre algunas de mis tristezas, esta victoria será en esta vida, pero en otras, quizás sólo cuando esté en la eternidad, con Cristo.

En Cristo, podemos tener paz y ánimo en medio de las pruebas. Sin embargo, no es el “felices para siempre” de las fábulas y cuentos, donde las tristezas terminan cuando la bruja malvada es destruida. Esto no sucede en un mundo imperfecto como el nuestro, donde ya sabemos, encontraremos aflicciones.

Por lo tanto, no debo idealizar una vida sin pruebas o tristezas, pero sí, una vida de paz y ánimo y victória, incluso en medio de las aflicciones que vendrán. Y es en Cristo donde puedo experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Entre el “érase una vez” y “vivieron felices para siempre” – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero afrontar las pruebas y tristezas de este mundo, con paz y buen ánimo. Te entrego cada una de mis luchas, para que pueda descansar en ti. Amén.

Versículo base: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” (NTV) Juan 16:33

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *