Conocer tu verdadera identidad guía tus prioridades

Serie: Los fundamentos de una vida bien vivida!
Escrita por Mario Velandia –
El camino para la Sanidad

“[Moisés] consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa”.

Hebreos 11:26 (NVI)   

En los primeros días de esta série, hemos hablado de dos cosas: Primero, conocer a Dios te ayuda a conocer tu verdadera identidad. Y segundo, conocer tu verdadera identidad te ayuda a definir tus responsabilidades. Hoy veremos cómo el conocer tu verdadera identidad también ayuda a establecer tus prioridades.

Volvamos a Moisés, cuya vida hemos estado considerando. Nació esclavo hebreo pero fue criado como nieto del faraón. En el mundo de Moisés, el sistema de valores para la mayoría de las personas era el mismo que hoy. Ellos valoraban la popularidad, el placer y las posesiones. Pero cuando Moisés se dio cuenta de que era hebreo, sus valores y prioridades cambiaron. De repente, la vida en el palacio ya no importaba. “Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa” Hebreos 11:26 (NVI). 

Su verdadera identidad lo ayudó a definir sus valores, y priorizó su vida basándose en esos valores.

Moisés se dio cuenta de tres cosas muy importantes en su vida:
1. Cumplir el propósito de Dios es mejor que la popularidad.
2. Amar al pueblo de Dios es mejor que el placer.
3. Tener la paz de Dios es mejor que las posesiones.

Moisés renunció a todas las cosas que muchas personas pasan toda su vida tratando de obtener. ¿Por qué? “Porque tenía la mirada puesta en la recompensa”. Su visión, estableció sus valores. Luego, sus valores determinaron sus prioridades: seguir a Dios y sacar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto.

Pablo fue uno de los primeros cristianos, y tuvo una visión similar a largo plazo. En Filipenses 3:8 dice: “Todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor”.   ¿Qué pasa contigo? ¿Qué valores son más importantes para ti? Si no lo sabes, reflexiona. Si no decides por ti mismo lo que es importante, otras personas decidirán por ti. ¿Ha estado tu vida enfocada en lo que otras personas valoran —cosas como la popularidad, el placer y las posesiones?  Si es así, sigue los ejemplos de Moisés y Pablo. Encuentra tu verdadera identidad en Cristo. Adopta la visión de Dios para tu vida. Deja que esa visión te muestre tus valores. Y luego deja que tus valores establezcan tus prioridades.

Reflexiona sobre esto:
¿Qué valora la mayoría de las personas a tu alrededor? ¿Qué valoras tú?
Haz una lista de las cinco prioridades principales de tu vida. ¿Con qué facilidad identificaste esas prioridades?
¿Qué cambios ayudarían en tu vida a ser más consistentemente centrado en estas prioridades?

RECUERDA: ¡ERES UNA BENDICIÓN!

Devocional escrita por Mario Velandia

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