Dios no tiene prisa

Nuestro Dios es eterno. Él no está limitado por el tiempo como lo estamos nosotros, los humanos. Quizás por eso yo tengo prisa y Él no. Pero Dios hace todo en el tiempo perfecto.

Preparó a Noé para el diluvio durante 120 años. Pero cuando llegó el diluvio, Noé estaba listo, con su gran barca, para afrontar la adversidad.

Dios también llamó a un joven llamado David para que fuera rey de su pueblo. A temprana edad fue ungido rey, pero no asumió inmediatamente el trono. Primero pastoreó ovejas, luego tuvo que matar a un gigante llamado Goliat. Después, tocó el arpa para el rey, se casó con una de sus hijas y se hizo amigo de uno de sus hijos. Posteriormente, el rey intenta matarlo y éste tiene que huir al desierto. Pasó mucho tiempo antes de que David pudiera ser rey. Pero cuando estuvo listo, llegó su momento.

Moisés necesitó 40 años para ver las necesidades de su pueblo. Luego pasó otros 40 años preparándose para liberar a su pueblo. Y después de presentarse ante Faraón, condujo a su pueblo por el desierto durante otros 40 años. En cada etapa de 40 años, fue preparado para la siguiente etapa.

Así actúa nuestro Dios. Todo lo hace a su debido tiempo, en el momento adecuado. Él no tiene prisa. Pero no llega tarde, no pierde el ritmo y todo sucede en el momento adecuado.

Si estás en medio del proceso de Dios, comprende: todo sucederá, en el momento indicado. Pueden parecer muchos años de espera, pero los propósitos de Dios siempre se cumplen. A su debido tiempo.

Dios no tiene prisa – Devocional Diario

Oración: Señor, en medio de mi proceso de preparación, quiero entender que todo sucede, en el momento determinado, como en la vida de los grandes héroes de la Biblia. Alabado sea tu nombre por esto. Amén.

Versículo base: Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. (NTV) Eclesiastés 3:1

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