No importa lo que tengas, sino lo que des

No importa lo que tengas, sino lo que des.

No importa lo que tengas, sino lo que des. Lo que tienes puede ser objeto de admiración o incluso de envidia por parte de los demás, pero no produce ningún resultado práctico en la vida del otro o del planeta. Sin embargo, lo que das, lo que entregas, eso puede cambiar la vida de alguien o hasta del planeta.

Y aquí es importante entender que “dar” no se trata solo de bienes materiales o caridad. Dar es mucho más amplio que eso. Puedes dar tiempo, escuchar, ser un hombro amigo. Dar también puede ser un consejo, una guía o orientación. Piense en cuántas vidas no podrían ser cambiadas por lo que sabes, si tan solo compartiera su conocimiento.

Dar es entregar algo de valor que no necesariamente será dinero o comida. Dar es dar tiempo, sabiduría, un hombro amistoso o un abrazo. Cuando estamos atentos, podemos ver lo que se necesita dar. Y date cuenta de que lo que esa persona necesita está en nuestras manos. Finalmente, hay personas con mucho dinero que necesitan alguien que les de tiempo y atención.

Y luego, concluyo con la promesa que encontramos en la palabra: “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante”. Guau !! ¡Qué hermosa promesa! Porque lo que damos se nos dará en una medida aún mayor, apretada, sacudida y desbordante.

¡Señor, muéstrame lo que tengo para dar y quien lo necesita!

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Oración: Señor, abre mis ojos para que pueda ver lo que tengo para dar. Puede que no tenga dinero, pero puedo dar mi tiempo, un abrazo o un hombro amigo. ¡Amén!

Versículo base: Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.” (NVI) Lucas 6:38

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