¿Y si Jesús no hubiera venido?

Las manos heridas de Cristo. 1 Pedro 1:3

Recuerdo que cuando era niño, leí un cuento que tenía este título: “¿Y si Jesús no hubiera venido?” ¡No recuerdo muchos detalles del cuento, lo confieso! Pero recuerdo algunas cosas de esa historia que me impactaron en ese momento. Entre otras cosas, la historia decía que ni siquiera existirían los hospitales, porque las personas no tendrían la esperanza de cura. Exageración? Quizás.

Pero el hecho es que nadie puede decir con precisión cómo sería el mundo si Jesús no hubiera venido. Quizás muchos dirán que sería exactamente como es. Quizás otros dirían que sería tan solo un mundo menos religioso. Aún otros, podrían decir que sería un mundo de personas malas y egoístas. Ciertamente, hay una multitud de distintas alternativas para imaginar cómo sería este mundo sin Jesús. ¿Cómo lo imaginarias tú?

Yo personalmente, solo puedo imaginar un mundo sin esperanza. Quizás hasta un mundo abandonado por Dios, donde el creador hubiese renunciado a la humanidad y la había dejado a su suerte. Sin Jesús, todos también estaríamos aún bajo la ley, descrita en el Antiguo Testamento y no bajo las enseñanzas de Cristo, quien resumió la ley en “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo”, Lucas 10: 27. Viviríamos en un mundo aún condenado a la muerte por el pecado y “privados de la gloria de Dios”, Romanos 3: 23. Todavía imagino la Biblia sin el nuevo testamento, terminando en el libro de Malaquías, cuya última oración en el último versículo dice: “no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición“, Malaquías 4: 6. Sí, solo puedo imaginar un mundo sin esperanza.

Sin embargo, Jesús ha venido y Él es nuestra esperanza. “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes”, 1 Pedro 1 : 3-4.

Gracias Jesús, por venir y traer esperanza a nuestro mundo, al morir en esa cruz, en mi lugar.

Oración: Señor, estoy agradecido por la esperanza que tengo en Ti. Esperanza esta que ha llegado a todo el mundo. Amén!

Versículo base: “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e marchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.” (NVI) 1 Pedro 1:3-5

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