“Me repugnan los cristianos”

Un hombre se tapa a sí mismo a los ojos para no veer. 2 Corintios 4:4

Hace unas semanas me encontré con un comentario en un post que tenía la frase, en el título de esta reflexión: “Me repugnan los cristianos”. Así que mi primer pensamiento fue este: “Satanás ha hecho un gran trabajo en tu vida”.

Y digo eso, porque “repugnarse” u odiar a los cristianos, la iglesia e incluso a Dios, ha sido algo cada vez más común y manifestado en las redes sociales. Y esto se debe a que Satanás ha tenido éxito en su misión. Y su estrategia ha sido bastante fácil de identificar:

  1. Él usa la misma iglesia: Satanás se ha apoderado de muchas iglesias, y es impresionante como las noticias de iglesias y pastores corruptos se difunden en las redes sociales (a menudo difundidas por los mismos cristianos), lo que hace que la gente esté cada vez más “disgustada” con la iglesia. Ciertamente es más fácil y más cómodo odiar y decir que la iglesia te dá “asco”, que buscar una iglesia que realmente viva la palabra de Dios.
  2. Él usa nuestros propios prejuicios: Satanás trabaja con los propios prejuicios y experiencias pasadas de las personas para hacerlas cada vez más en contra de Dios y de su iglesia. El diezmo es el ejemplo más clásico.
  3. Nos hace vivir cada vez más en la carne y menos en el espíritu: a medida que alimentamos más y más nuestra carne y menos nuestro espíritu, deseamos sólo las cosas de la carne. Pronto, la iglesia se convierte en un lugar “aburrido”, que no es “divertido”. Y si no es divertido, odiar y tener “asco” es el camino elegido por muchos.
  4. Él usa nuestras frustraciones: Satanás maximiza nuestras malas experiencias, recuerda todo lo que salió mal en nuestras vidas y culpa a Dios o a la iglesia.
  5. Utiliza a los cristianos: aquellos que hemos decidido seguir a Cristo, somos los más atacados por el diablo. Finalmente, cada cristiano que cae es una victoria para Satanás. Y cuando la gente se refleja en los seres humanos y no en Dios y su palabra, el resultado es la “generalización” de que “así son todos los cristianos”.

Concluyo esta reflexión con esto: debemos odiar y repugnar al pecado y nada más. Amar al pecador y odiar el pecado. Amar a todos y cada uno de los seres humanos, sin importar su fe o creencia. Y no dar lugar al diablo.

Oración: Señor, quiero odiar y repugnar solo el pecado y no a los pecadores. Quiero amar a todos y a cualquier ser humano, sin importar su fe o creencia. ¡Amén!

Versículo base: Pero si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se pierden. El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. No nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores de ustedes por causa de Jesús. Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas,* hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo. (NVI) 2 Coríntios 4:3-6

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