Una insólita salida

Una insolida salida

James Verone era repartidor de una importante marca de refrescos en Gastonia, Carolina del Norte (EE. UU.). Después de perder su trabajo, se quedó sin seguro médico. Descubrió que tenía una enfermedad grave y sin trabajo y sin plan de salud, temía por la muerte. Luego encontró una salida inusual: robar un banco. James Verone fue a una sucursal bancaria, hizo cola como de costumbre, y cuando llegó al cajero, le entregó una nota al empleado del banco que decía: “Esto es un robo. Entrégueme 1 dólar“. Luego de entregar la nota, James Verone se retiró del cajero y se sentó en un banco a esperar la llegada de la policía. ¿Qué quería el Sr. ¿Verone? Él solo quería ser arrestado para poder tener acceso a la cobertura médica de los internos para poder tratar su problema de salud. Una salida insólita, que funcionó para el Sr. Verona.

Así que me quedé pensando que la fe en Dios también nos pide “salidas insólitas“, que son muy diferentes a las triviales. Un cristiano que quiere ser el más importante debe ser el servidor de todos (Mateo 20:26). Como cristianos, odiar a un enemigo no es la salida. La salida inusual es precisamente amar a nuestros enemigos (Lc 6,27). Y por si fuera poco, al recibir un golpe, debemos devolverlo, ¿correcto? De ninguna manera. Lo que debemos hacer es poner la otra mejilla (Mateo 5:39).

La vida del cristiano es tan inusual como el Sr. Verone, en la historia al inicio de esta reflexión. Diariamente, necesitamos hacer lo contrario de lo que se espera o de lo que hacen los demás. No hay nada trivial en la vida de un verdadero cristiano.

Oración: Señor, quiero ser un cristiano que entienda que necesito vivir contra la corriente de este mundo, tomando decisiones inusuales todos los días. ¡Amén!

Versículo base: Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. Si fueran del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece. (NVI) Juan 15:18-19

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