“Un sabio no dice todo lo que piensa. Pero siempre piensa todo lo que dice”

Dibujo de dos muñecos, uno hablando y el otro pensando

Aristóteles dijo: “Un sabio no dice todo lo que piensa. Pero siempre piensa todo lo que dice”. Es muy similar a lo que nos dice Proverbios 15:28: “El corazón del justo medita sus respuestas, pero la boca del malvado rebosa de maldad.”. Entonces, si Aristóteles y Salomón, el autor de Proverbios, tienen razón, pensar antes de hablar es una actitud tanto del sabio como del justo.

Sin duda, una de las características más evidente de un ignorante es hablar demasiado. El ignorante no pierde una sola oportunidad de decir algo que pueda atacar u ofender a alguien. Para comprobarlo, solo tienes que entrar en las redes sociales y ver tantos mensajes de ataques, con ofensas, a aquellos que tienen opiniones y posiciones diferentes a la de ellos.

El principal argumento de los ignorantes para atacar, herir y ofender constantemente es que “la verdad debe ser dicha”. Sin embargo, ignoran que a menudo sólo hablan de “su verdad“, basándose en su propia experiencia y conocimientos limitados y no en una verdad absoluta y definitiva.

Empiece hoy mismo a desarrollar el hábito de pensar más antes de hablar. Encontrarás que muchas veces, solo 10 segundos de reflexión serán suficientes para que no se diga algo totalmente innecesario y venenoso. Pensar antes de hablar es característico del sabio y del justo. Los ignorantes y los impíos, por otro lado, “rebosan la maldad de sus bocas“.

¿Eres sabio y justo o ignorante e impío?

Oración: Señor, quiero desarrollar el hábito de pensar antes de hablar. Deseo ser sabio y justo. ¡Amén!

Versículo base: El corazón del justo medita sus respuestas, pero la boca del malvado rebosa de maldad. (NVI) Proverbios 15:28

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