Sobre esta roca edificaré mi iglesia

Sucedió el 24 de febrero de 303. El emperador romano Galerio, publicó el decreto que daba início a la persecución de los cristianos, comenzando uno de los períodos más sangrientos de la historia de la Iglesia de Cristo. Por el decreto, los cristianos de esa época estaban obligados a hacer sacrificios a los dioses tradicionales. Pero si se negaban, podrían ser condenados a prisión, tortura o muerte. Sin embargo, a pesar de toda la persecución, la iglesia de Cristo continuó creciendo.

Alguna vez escuché un historiador afirmar que la mayor prueba de la muerte y resurrección de Cristo fue la disposición de los cristianos de morir antes de negar a Cristo. Basta observar que los informes históricos indican que posiblemente, de los 12 discípulos de Cristo, 11 de ellos murieron de manera violenta: crucificados, ahorcados, torturados o decapitados. Ahora bien, ¿quién aceptaría morir por una mentira? Si Cristo no hubiera resucitado, sus discípulos ciertamente lo habrían negado en lugar de aceptar la tortura y la muerte.

La reflexión de hoy es para que tú y yo nos demos cuenta de que, a pesar de todas las persecuciones y asesinatos de los cristianos, la Iglesia de Cristo sigue en pie, como Jesús ya había anticipado a Pedro en Mateo 16:18: “Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Las puertas del Hades, a lo largo de la historia, han buscado destruir a la Iglesia de Cristo. Pero ha fracasado, y pronto Cristo regresará a buscar a su iglesia, como dice su palabra. (Apocalipsis 19: 7)

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Oración: Señor, la persecución de tu iglesia no ha podido destruirla. Por eso, esperamos tu regreso, para buscarla. ¡Amén!

Versículo base: Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (BLA) Mateo 16:18