Sin sonidos ni palabras

La historia de hoy es, cuanto menos, sorprendente. Dos hermanos gemelos fueron separados poco después de nacer y dados en adopción. Y durante 39 años, no supieron de la existencia del otro. Sin embargo, cuando descubrieron el hecho, algunas coincidencias en sus vidas fueron realmente asombrosas: ambos fueron adoptados por familias del mismo estado americano y ambos recibieron el mismo nombre, Jim. Los dos también tenían otro hermano adoptivo llamado Larry y ambos tenían un perro llamado Toy. Y por si fuera poco, ambos se casaron con mujeres llamadas Linda, y ambos se divorciaron y se volvieron a casar, los dos con una mujer llamada Beth. Los nombres de los niños también eran similares. Mientras que uno de ellos tenía un hijo llamado James Alan, el otro tenía un hijo llamado simplemente Alan. Para sorpresa de todos, ambos eran policías, ambos pasaban sus vacaciones en el mismo lugar y ambos tenían el mismo modelo de carro, además de tener historiales médicos muy similares. Este caso fue tan sorprendente que se convirtió en un caso de estudio científico y es uno de los casos de gemelos idénticos más estudiados en la historia.

No sé si tratas una historia como ésta como si fueran solo grandes coincidencias. Yo, sin embargo, veo la mano de Dios en todo y veo un Dios que se revela de múltiples y diferentes maneras, algunas hasta divertidas como en el caso de estos hermanos gemelos.

La Palabra de Dios nos dice en el Salmo 19 que los cielos proclaman la gloria de Dios. Y en el mismo Salmo, dice que “día tras día no cesan de hablar (de la gloria de Dios); noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye.  Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo.”.

Historias como la de hoy son la voz de Dios, sin sonidos ni palabras, diciendo: “Yo estoy aquí, soy soberano y tengo control sobre todas las cosas”.

No creo en las coincidencias. Creo en la acción de Dios en cada detalle de nuestras vidas. Creo en un Dios que se regocija y disfruta revelando su gloria y lo hace cada día, para aquellos que son capaces de poner atención. Mi deseo es estar atento y ver tu gloria cada día.

Oración: Señor, veo tu gloria en todo. En la naturaleza, en la creación y en historias como la de hoy. Veo un Dios que, sin sonidos ni palabras, se manifiesta a aquellos que están atentos. Amén.

Versículo base: Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye.  Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo. (NVT) Salmos 19:1-4

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *