No dejes para mañana

Douglas C. Wielinski estaba sentado cómodamente en su casa. Pero murió en un accidente aéreo. El 12 de febrero de 2009, el veterano de guerra Douglas, de 61 años, que había luchado y sobrevivido en Vietnam, estaba descansando en su casa cuando un avión de Continental Airlines, el vuelo 3407, se estrelló sobre ella. Douglas, murió instantáneamente, al igual que las 49 personas a bordo.

Un gran engaño de esta vida es pensar que tenemos control sobre el tiempo que estaremos aquí. Realmente no lo tenemos. De hecho, no controlamos nada de la forma en que pensamos. Aún sentado en el sofá de su casa, podrías ser víctima de un accidente. Es decir, no puedes controlar nada.

Por eso, no debemos dejar nada para después. No podemos vivir la vida pensando en dar atención a la familia o los niños cuando se resuelvan todos los problemas económicos. No podemos pensar en pedir perdón mañana o la semana que viene. Tiene que ser hoy. No podemos pensar en “un día de estos” tomar ese café con un amigo. El “un día de estos” puede que no llegue jamás.

La conclusión de la reflexión de hoy es la siguiente: vive el hoy intensamente, sin dejar lo que realmente importa para mañana.

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Oración: Señor, quiero hacer lo que es importante hoy, y no dejarlo para mañana, ya que no sé ni el día ni la hora de mi partida. ¡Amén!

Versículo base: Vi además que nadie sabe cuándo le llegará su hora. Así como los peces caen en la red maligna y las aves caen en la trampa, también los hombres se ven atrapados por una desgracia que de pronto les sobreviene. (NVI) Eclesiastes 9:12