Sigo avanzando hacia la meta

Grafico simbolizando el avance hacía una meta
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Algo importante que todos debemos saber sobre esta vida: nuestro destino no está aquí. No es en esta vida que alcanzamos la meta. Pero es en esta vida que avanzo hacia ella.

¿Qué quiero decir con esto? Que siempre necesitaré seguir avanzando. Cuando entiendo que mi destino no está en esta vida, entiendo que no importa dónde esté o qué tan lejos haya llegado, necesito seguir adelante. Es lo que Pablo escribió en Filipenses 3: “No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí”.

Pablo entendió que, independientemente de lo que ya había hecho o conquistado, era necesario seguir: sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Su meta nunca fue un lugar, un logro, un objetivo. Su meta era Cristo.

¿Dónde estás ahora? ¿Cuánto has avanzado? No importa la respuesta, sigue adelante.

Oración: Señor, que mi objetivo sea Cristo. Que ninguna meta alcanzada en este mundo me haga pensar que ya no necesito seguir adelante. Porque siempre puedo seguir avanzando para ser más como Cristo. Amén.

Versículo base: No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (NVI) Filipenses 3:12-14

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