¿Dónde está tu confianza?

Un gladiador en carruaje con dos caballos.

Estaba en mi tiempo de oración, escuchando alabanzas y adoración. Y una canción me hizo pensar en la difícil decisión que es confiar en Cristo. Sí, es una elección difícil. ¿Por qué? Porque elegir confiar en Cristo es confiar en lo que no puedo ver. Y confiar en Cristo significa vivir a contracorriente de este mundo. Por lo tanto, elegir confiar en Cristo es ciertamente una decisión difícil.

Ciertamente, es mucho más fácil confiar en algo que puedo ver. Eso es lo que quiso decir el salmista cuando escribió el Salmo 20. “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos”. En las guerras se utilizaban carros y caballos. Cuantos más carros o caballos un ejército tuviera, mayores eran las posibilidades de victoria en la guerra. Imagínense entonces, ir a la guerra, sin carros ni caballos, confiando sólo “en el nombre del Señor nuestro Dios“. Una decisión difícil, ¿no?

Este es el desafío que los cristianos enfrentamos todos los días. Confiar en lo que vemos, es decir, en nuestros trabajos, talentos, en la fuerza de nuestros brazos y en nuestras propias habilidades, o confiar solo en el nombre de nuestro Señor y ponerlo todo en sus manos. Entonces la pregunta importante es esta: ¿dónde está tu confianza?

Oración: Señor, hoy elijo poner mi confianza en ti y no en lo que puedo ver. Es una elección difícil, Señor, pero decido renunciar a lo que puede ver mis ojos, para creer en lo invisible. ¡Amén!

Versículo base: Estos confían en carros, y aquéllos en caballos: Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos arrodillaron, y cayeron; Mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos. Salva, Jehová: Que el Rey nos oiga el día que lo invocáremos. (RV1909) Salmos 20:7-9

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