Plantados en la casa del Señor

El portero en el fútbol es un jugador que tiene una ventaja significativa sobre todos los demás jugadores: puede usar sus manos. De hecho, el portero puede utilizar cualquier parte de su cuerpo, no existen limitaciones sobre qué parte de su cuerpo toca el balón. Sin embargo, esta particularidad tiene un requisito importante: el portero debe estar dentro de su gran área. Cuando está fuera de ella, el portero se vuelve como cualquier otro jugador, con las mismas limitaciones para tocar el balón.

Algo parecido nos pasa cuando estamos fuera de la cobertura de la iglesia. Nos volvemos comunes, como todos los demás. Sin embargo, cuando estamos plantados en la iglesia, somos más fuertes, damos más frutos y vivimos más. ¿Y de dónde saqué esto? De la Palabra de Dios: “Plantados en la casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto”. Salmo 92: 12-15. Si estamos plantados en la casa del Señor, prosperaremos y daremos fruto, incluso en la vejez.

Me asombra ver “cristianos” afirmar que no necesitan de la iglesia para estar conectados con Dios. Los veo como porteros jugando fuera de su área. Podrán jugar, pasar el balón, driblear, pero no utilizan todo su potencial, ya que no están bajo la “cobertura” de su gran área, la iglesia. Y también por eso, “sufren muchos goles”, porque están posicionados en el lugar equivocado. Pierden en la vida, por no estar al amparo de la iglesia.

Decide hoy volver a tu “gran área”. Elija regresar a su iglesia hoy. E incluso en la vejez darás fruto.

Oración: Señor, decido estar al amparo de tu iglesia. No quiero ser un cristiano arrogante que considera que la iglesia es desechable e innecesaria. ¡Amén

Versículo base: Como palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen. Plantados en la casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: “El Señor es justo; él es mi Roca, y en él no hay injusticia.” (NVI) Salmos 92:12-15