“Padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.”

Todos sabemos que, lamentablemente, en Estados Unidos se han dado muchos casos en las últimas décadas, de adolescentes o jóvenes, que ingresaron armados a sus escuelas, disparando contra sus compañeros.

Sin embargo, un caso en particular trajo un hecho sin precedentes: la condena por homicidio involuntario de los padres de un adolescente de 15 años que mató a 4 estudiantes en una escuela de Michigan. El tribunal estadounidense entendió que los padres del adolescente hicieron caso omiso a las necesidades de control de la salud mental de su hijo, lo que contribuyó significativamente a la tragedia. Esta fue la primera vez que los padres de un asesino fueron acusados ​​y condenados por homicidio involuntario, sentando un nuevo e importante precedente para casos futuros.

Como padres, tenemos una gran responsabilidad hacia nuestros hijos. La formación del carácter de un hijo pasa necesariamente por la educación recibida en el hogar. Y un niño problemático, agresivo y sin límites se convierte en un riesgo, no sólo para su propia familia, sino para la sociedad en su conjunto, y los padres deben tomar medidas.

Y aunque sabemos que la gran mayoría de los padres no serán responsables aquí en la tierra, por la educación que dieron a sus hijos, sabemos que nadie escapará de la responsabilidad ante Dios. La palabra de Dios brinda lineamientos claros sobre la educación de los hijos, y un día, todos los que somos padres, responderemos ante Dios sobre lo que hicimos con nuestros hijos. El libro de Efesios, en su capítulo 6, versículo 4 nos dice: “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.”.

Padre, ¿has cumplido este mandamiento del Señor?

Oración: Señor, quiero ser un padre preocupado y responsable de la educación y formación de mis hijos. Quiero educarlos según los principios de tu palabra y no escatimar esfuerzos para que lleguen a ser tus siervos y hombres según tu palabra. Amén.

Responsabilidades en la familia

1 Hijos, obedezcan a sus padres. Ustedes son de Cristo, y eso es lo que les corresponde hacer.
2 El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es el siguiente: «Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre.
3 Así les irá bien, y podrán vivir muchos años en la tierra.»
4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.

Efesios 6:1-4 (NTLA)

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