No dejes que la desconfianza te quite la paz

Se dice que un abogado, que era conocido por su arrogancia, estaba en el tribunal interrogando a un policía. Su finalidad era quitar credibilidad a un testigo, otro policía, colega del interrogado. Entonces el abogado preguntó:
¿Confías plenamente en todos tus colegas policías?
A lo que el policía respondió:
Por supuesto que sí, confío.
Y el abogado entonces, con tono de ironía, hizo una nueva pregunta:
Entonces, ¿por qué tienes un candado en tu casillero en la comisaría?
Y el policía, con una sonrisa en el rostro, respondió:
Porque todos los días pasan muchos abogados por allí.
El juez y todos los presentes se rieron de buena gana, y el abogado no le hizo más preguntas al testigo.

Pido disculpas a los abogados por la broma, porque una profesión no hace a alguien una persona honesta o no. Finalmente, podemos encontrar policías, abogados, médicos y políticos, honestos y deshonestos.

Sin embargo, el mensaje que quiero reforzar es sobre la confianza. Ella es fundamental en todas nuestras relaciones. Si no confías en tu médico, no seguirás sus recomendaciones, si no confías en tu empleado, no le delegarás tareas importantes, si no confías en tu cónyuge, vivirás preocupado y con miedo a una posible infidelidad. Y como dijo una vez el actor Frank Crane: “Puedes ser engañado si confías demasiado, pero vivirás atormentado, a menos que confíes lo suficiente”.

Pero, ¿cómo confiar en alguien? ¿Cómo vivir en paz, en medio de un mundo de gente mentirosa y engañosa? La misma Biblia nos dice que “Es mejor refugiarse en el Señor Que confiar en el hombre.”. Pero en este mismo Salmo, en el versículo 6, el salmista dice: “El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?” Por eso, el versículo 8 comienza diciendo que es mejor refugiarse en el Señor. En conclusión: si confío en Dios, no debo temer la traición de un hombre, porque Dios es mi guardián. Confiando en Dios, no debo temer ninguna traición.

No estamos libres de ser traicionados por aquellos en quienes confiamos. Si incluso Jesús, que era perfecto, fue traicionado, cuánto más nosotros, que somos imperfectos, podemos ser traicionados también. Pero en la confianza, hay paz. Y en la desconfianza, solo hay miedo y preocupación. No permitas que la desconfianza te quite tu paz.

No dejes que la desconfianza te quite la paz – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero confiar en ti, para poder vivir en paz, sin temor a ninguna traición en este mundo. Amén.

Versículo base: El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? Es mejor refugiarse en el Señor Que confiar en el hombre. (NBA2005) Salmos 118, versos 6 y 8

Loading

Compartilhe:

2 de Comentarios

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *