No deje para después

Ah, el después! Siempre es mejor hacerlo después! Qué fácil es desarrollar el hábito de postergar y dejar las tareas para más tarde. Eso se llama procrastinar. Sin embargo, la sensación de alivio y placer de la procrastinación es momentánea y de corta duración. Porque lo que viene luego después es el estrés, la culpa y la vergüenza. Una sensación de frustración y un sentimiento de impotencia e incapacidad.

Lo que pocos saben es que, según los estudios, la procrastinación es el resultado de factores como la ansiedad, la baja autoestima o, lo que es peor, una mentalidad autodestructiva. Y con el tiempo puede conducir a la depresión.

La Biblia habla mucho sobre el valor de nuestro tiempo. Pablo dice en Efesios 5: 16 “Aprovecha bien el tiempo, porque los días son malos”. El salmista también escribió: “El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo: sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno.” La vida nada más es que el tiempo que estamos aquí en esta tierra y pasa muy rápido. No hay tiempo para la procrastinación y no hay lugar para la depresión y los sentimientos de fracaso. Así que levántate y hazlo. No lo dejes para más tarde.

Oración: Señor, no quiero ser alguien que deja todo para más tarde. Lo que hay que hacer, quiero hacerlo ya. No me permitas ser un procrastinador. Amén!

Versículo base: “El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.” (NVI) Proverbios 13: 4