La predica de Jesús

La predica de Jesús

Imagínese llegar a una iglesia, acomodarse en su asiento y sorprenderse al ver que el predicador en ese servicio será el mismo Jesucristo. ¿No sería eso extraordinario? Aunque sabemos que nuestro pastor trae la palabra directamente del cielo, a través del Espíritu Santo, sin duda escuchar una predicación del mismo Jesús sería algo impactante. Pondríamos total y absoluta atención a cada palabra, ¿no es cierto?

Recuerdo entonces que puedo sí “escuchar” un sermón, directamente de la boca de Jesús, porque está registrado en Mateo, de los capítulos 5 al 7. Esta famosa predica, pasó a ser conocida como el sermón del monte o sermón de la montaña. El texto dice que una multitud se reunió para escuchar lo que Cristo tenía que decir. Y quizás, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, Jesús no trajo un solo tema central de aprendizaje. En este sermón, Jesús habla de justicia, influencia, piedad, confianza y ambición. Pero, pensando en encontrar un mensaje central, quizás sería este: ser diferente a los demás. El Sermón de la Montaña es una invitación a elegir a Cristo sobre el mundo, la justicia sobre el mal, el amor sobre el odio.

En un mundo lleno de personas iguales, estamos llamados a ser diferentes, a hacer lo que nadie más hace, a ser lo que la mayoría de la gente no quiere ser. Estamos llamados a ser lo contrario, a ser el antónimo, la contradicción, la locura.

¿Quieres ser diferente? Así que sé igual. ¡Sé como Cristo! ¡Nadie era más diferente!

Oración: Jesús, elijo ser diferente. Elijo ser como tú. ¡Amén!

Versículo base: Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.” (NVI) Mateo 7:24-27

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