La pelea de los gatitos

Un minicuento de la escritora Tatiana Belinky trae la historia de dos gatitos que no paraban de pelear. Peleaban tanto que su dueña, ya cansado de las peleas, con una escoba los echó de casa, en pleno invierno. Afuera, casi congelados por el frío, los dos gatitos se mantuvieron cerca el uno del otro, buscando calor, pensando ya que morirían de frío. Fue entonces cuando su dueña, al darse cuenta de que ya no peleaban ni maullaban, los dejó volver a entrar a la casa. Los gatitos se olvidaron entonces de las peleas, ya que solo querían calentarse junto al fuego.

Este cuento me hace pensar en la relación de tantas parejas, que solo pueden pelear y discutir, por razones fútiles, olvidando lo que de verdad importa, que es estar juntos, calentarse y cuidarse. Están juntos, pero divididos por diferencias tolas. No se calientan y no se cuidan.

“Más valen dos que uno” dice la palabra de Dios. Y ella explica por qué:
– Para ser apoyo en la hora de la dificultad: “Si caen, el uno levanta al otro“.
– Para calentarse y cuidarse mutuamente: “Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor”
– Para pelear juntos (y no uno contra el otro): “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir“.

¿Tu relación está hecha de apoyo, cuidado y suma de fuerzas? ¿O han predominado las peleas y las discusiones vanas?

Oración: Señor, quiero tener una relación de apoyo, cuidado, sumando fuerzas. Quita todas y cada una de las discusiones sin sentido de mi relación. ¡Amén!

Versículo base: Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse? Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! (NVI) Eclesiastes 4:9-12