La madre que ora por sus hijos

Estaba leyendo sobre el proceso por el que pasa una madre pulpo para poner sus huevos. Cuando la madre pulpo pone sus huevos, también comienza su cuenta regresiva para la muerte. Una pulpo hembra sólo puede quedar embarazada una vez en su vida y la gestación dura entre 4 y 5 meses. Luego, si la temperatura del agua es la adecuada, comienza a poner sus huevos, uno a uno, y este proceso dura aproximadamente 1 mes. Después, el pulpo recoge todos sus huevos y los coloca en un lugar seguro, en un hoyo, entre rocas en el fondo del mar. Y entonces comienza su proceso de vigilia. Durante 6 meses, la madre pulpo estará allí, cuidando sus huevos en el hoyo, para que ningún otro depredador se los coma. Ella no saldrá de allí ni por un momento, ni siquiera para alimentarse. Ella podría pensar en comerse a otro animal que se acercara, pero optará por no hacerlo, para que el olor del animal muerto, no atraiga a otros depredadores. Durante este tiempo, además de vigilar, mantendrá limpio el lugar, para que los huevos se desarrollen sanos. Al cabo de 6 meses estará muy débil, pero utilizará las fuerzas que le quedan para liberar a sus crías del huevo. Los pulpos van a nacer, ya fuertes y preparados para luchar por sus propias vidas, y se irán. La madre pulpo sabrá, que su misión ha terminado y lo más probable es que muera en los próximos días.

Dios es maravilloso y nos enseña muchas cosas, por medio de su creación. En esta increíble historia de la naturaleza, vemos todo el significado de la maternidad: esfuerzo, sacrificio, dedicación, entrega. Ser madre, no es ni nunca será, una tarea fácil. Las noches de vigilia no se limitan a los primeros meses de vida. No son pocas las madres que, más de 20 años después, todavía pasan noches en vela por sus hijos.

Me gusta imaginar que, mientras la mamá pulpo está allí, durante esos 6 meses, inmóvil, mirando sus huevos, ella está intercediendo, pidiéndole a Dios que tengan una vida larga y próspera. Una madre que ora, puede transformar la vida de un niño. Una madre que ora, abre y cierra puertas, para que la voluntad de Dios llegue a la vida de sus hijos. Ella vigila y ora, para que él tome buenas decisiones, conozca al Señor y tenga una larga vida.

Una madre ora para que sus “hijos florezcan en su juventud como plantas bien nutridas; y para que sus hijas sean como columnas elegantes, talladas para embellecer un palacio“.

Querida mamá, ¿has estado vigilando y orando por tus hijos? Entrega todas tus preocupaciones a Dios. Él la escuchará y sucederán grandes cosas en la vida de tus hijos.

Oración: Señor, hoy oro por cada madre que intercede por sus hijos. Dales fuerza para perseverar, porque la oración siempre da sus frutos, en el momento oportuno. Amén.

Versículo base: “Que nuestros hijos florezcan en su juventud como plantas bien nutridas; que nuestras hijas sean como columnas elegantes, talladas para embellecer un palacio”. (NTV) Salmos 144:12