La fe es la garantía de lo que se espera

Niño levanta las manos en señal de oración

El capítulo 2 del libro de Daniel por sí solo podría ser la trama de una hermosa película de Hollywood. Sin la necesidad de complementos. La historia es fascinante, la trama es puro suspenso y el final inquietante. El rey Nabucodonosor tiene un sueño y quiere la interpretación del mismo. Sin embargo, no cuenta lo que soñó, pues teme ser engañado por sus sabios, quienes podrían dar una interpretación falsa. Por lo tanto, el desea que quien dice ser capaz de interpretar su sueño, antes de eso, le diga cuál fue el sueño del rey. Y más que eso, amenaza con matar a todos los sabios del rey: “Pero el rey les advirtió: Mi decisión ya está tomada: Si no me dicen lo que soñé, ni me dan su interpretación, ordenaré que los corten en pedazos y que sus casas sean reducidas a cenizas y escombros”. “(Daniel 2: 5). Luego, como nadie pudo revelar el sueño del rey, éste emite el decreto y ordena la ejecución de todos los sabios del reino.

La noticia llega a oídos de Daniel, quien decide hacer algo que nadie se atrevería a hacer. Acude al rey y le pide una fecha límite para revelar e interpretar su sueño. “Daniel fue a ver al rey y le pidió tiempo para poder interpretarle su sueño.” (Daniel 2:16). Me pregunto por qué Daniel arriesgó su vida de esa manera, yendo primero al rey y luego a Dios pidiendo una interpretación del sueño. ¿Por qué Daniel no fue primero a pedirle revelación a Dios y luego, con la respuesta en la mano, se presentó ante el rey? ¿Y si Dios no respondiera? Sin duda, Daniel sería ejecutado junto con todos los sabios. Y la respuesta es fácil de encontrar: porque “la fe es la garantía de lo que se espera” (Hebreos 11: 1). No había ninguna duda en Daniel de que Dios respondería. Daniel no era como yo, que dudo todo el tiempo, que espero para ver y luego cree.

Mi deseo es tener la fe de Daniel. La fe que está segura de lo que espera, la fe que no flaquea, que no duda. Quiero tener la fe que ve todo antes de que suceda.

Oración: Señor, quiero ser un hombre de fe. Quiero creer antes de ver, saber antes de que suceda. Quiero actuar por fe, no por lo que mis ojos pueden ver. ¡Amén!

Versículo base: Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. (NVI) Hebreos 11:1-3

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