La batalla más importante
La batalla más importante es la que sucede en mi mente.
Nada puede ser más difícil que ganar las batallas de la mente. Todo el procrastinar, toda excusa, toda renuncia y fracaso nace en la mente. Antes de perder en la vida, pierdo en mi mente. No necesito enemigos, yo mismo me convenzo de que no lo lograré, que no funcionará. Esto es lo que yo llamo auto-sabotaje. Tengo una idea y poco después puedo enumerar 10 razones por las cuales esta idea fallará: no tengo tiempo, no tengo dinero, no tengo conocimiento, no tengo talento, hay mucha competencia y así sigue la lista de excusas para mi proceso de auto-sabotaje.
Es por eso que superar a mi propia mente es la batalla más importante. Y solo puedo vencer mi mente si la alimento adecuadamente. Necesito una mente fuerte y robusta para ganar estas batallas. Y sé que no alimento mi mente adecuadamente en Facebook o Whatsapp (con muy pocas excepciones). Alimento mi mente leyendo un buen libro, escuchando un podcast, hablando con personas de un nivel superior al mío. Alimento mi mente leyendo la Biblia y buscando las respuestas y los propósitos de Dios para mi vida.
De esta manera puedo nutrir mi mente con buenos pensamientos y eliminar toda la contaminación acumulada a lo largo de los años. Entonces dejaré de ser tan crítico conmigo mismo y con los demás. “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.” . (Filipenses 4:8)
Oración: Señor, te pido que me ayudes a ganar la batalla en mi mente. Quiero tener la mente de Cristo, pensando en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro y amable. Te pido Señor que me enseñes a gobernar mi mente. Amén.
Versículo base: Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. (NVI) Filipenses 4:8