La ascensión de Cristo

El día de la ascensión de Cristo es la celebración del día en que nuestro Señor Jesucristo ascendió al cielo, cuando fue elevado, en su cuerpo físico, en presencia de 11 de sus apóstoles, 40 días después de su resurrección (lea el relato en Hechos 1) . Jesús, después de estar con nosotros, aún físicamente, durante 40 días más, regresa a los brazos de su padre y luego nos deja al Espíritu Santo, el ayudador, que llegaría 10 días después, el día de Pentecostés.

Desde entonces, estamos viviendo y aprendiendo con el Espíritu Santo, quien nos habla y se manifiesta a través de las Escrituras y la oración. Y Cristo está, a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros, ya que Él es el único “mediador entre Dios y los hombres”, 1 Timoteo 2: 5.

Es por eso que oramos a Cristo y a Dios el Padre, con la ayuda del Espíritu Santo. “¡Ay del que le dice al madero: Despierta, y a la piedra muda: Levántate! Aunque están recubiertos de oro y plata, nada pueden enseñarle, pues carecen de aliento de vida“, Habacuc 2: 19. Nosotros, sin embargo, creemos en el Dios viviente, en el Cristo que respira, porque resucitó de entre los muertos y nos dejó su Espíritu Santo para que pudiéramos entender al leer su palabra.

Mi invitación hoy es que leas la palabra de Dios, no sin antes pedirle la ayuda del Espíritu Santo para poder entender lo que Dios tiene para ti. Y hacerte saber o recordar, que Cristo está sentado a la diestra de Dios Padre, y escucha cada una de sus oraciones.

Oración: Señor, estoy agradecido por tu sacrificio y por enviarnos al Espíritu Santo, quien es nuestro ayudador. Quiero aprender más de ti, leyendo tu palabra con comprensión. Amén!

Versículo base: “Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto.” (NVI) Hebreo 9:15