Fe en el camino

En 2017, cuando aún vivíamos en Brasil, recibimos la visita de unos familiares de mi esposa, que venían de Colombia para pasar sus vacaciones con nosotros. Entonces, con mi esposa planeamos las vacaciones “perfectas”, ya que nuestro deseo era que pasaran un tiempo agradable con nosotros. En la planificación, un viaje a las Cataratas del Iguazú y poco después, pasaríamos el año nuevo en una linda casa, con salida directa a la playa, en Porto Belo, Santa Catarina. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba.

El primer problema fue al hacer la reserva de un Hotel en las Cataratas del Iguazú. Mi esposa no se dio cuenta de que estaba haciendo una reserva en el lado argentino y no en el brasileño. Entonces, no sabíamos si sería posible cruzar la frontera con el auto alquilado. El segundo problema fue mío: yo estaba a cargo de elegir la ruta de viaje, y escogí tomar una carretera federal (que, por ser federal, creía ser la mejor opción) que resultó ser un completo desastre, con la mayoría del tramo por tierra en medio de la nada. Con eso vino el tercer problema: tuvimos que hacer una parada no planificada para pasar la noche antes de llegar a las Cataratas del Iguazú, y cuando llegamos al Hotel (sí, logramos cruzar la frontera con el carro alquilado) un día después de la fecha prevista, nos fue informado que nuestra reserva había sido cancelada por “no-show”. Finalmente, después de mucha discusión en la recepción del hotel, pudimos reactivar nuestra reserva y la estadía en las cataratas fue muy placentera.

La secuencia de nuestro viaje sería a la playa de Porto Belo, a la hermosa casa junto al mar, donde deberíamos llegar el 30 de diciembre, para permanecer allí hasta los primeros días de enero. Es importante señalar que el 30 de diciembre es mi cumpleaños, por lo que tenía muchas ganas de hacer un asado para mis invitados en la hermosa casa de la playa. Sin embargo, cuando llegamos a esta casa de playa, nos pareció todo, menos “hermosa”. Realmente la casa no contaba con las condiciones mínimas de higiene y limpieza para que nos quedáramos allí. Entonces, en medio a un 30 de diciembre tuvimos que buscar otro lugar para alojar a 10 personas en una de las más concurridas playas de Santa Catarina. Dios, sin embargo, volvió a ser bueno con nosotros y encontramos un hermoso departamento en “Meia Praia” en Itapema, donde pude hacer mi parrillada de cumpleaños y pasar el año nuevo allí.

¿Qué aprendí de todo lo que pasó? Básicamente aprendí 3 cosas:

1. Cuando hago planes, puedo tomar decisiones equivocadas (soy humano).
2. En momentos difíciles, hay que mantener la calma, porque el estrés no aporta nada.
3. Tengo un Dios que nunca me desampara

Con esto en mente, nació esta serie de 7 días titulada “Fe en el camino“. El camino será difícil, traerá situaciones y dificultades inesperadas. Y ciertamente tomaremos decisiones equivocadas o enfrentaremos situaciones difíciles. Sin embargo, tenemos un Dios que no nos abandona y que espera ver en nosotros una actitud de fe durante el camino.

Te invito a caminar conmigo estos 7 días, con fe y esperanza.

Oración: Señor, quiero aprender a caminar con fe este camino difícil de la vida. ¡Amén!

Versículo base: El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia. En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. (NVI) Salmos 9:9-10