Hombre muerto

Un hermoso atardecer. 1 Juan 4:13

¿Qué pasaría si estuvieras a bordo de un tren, cuyo conductor tuvo un mal estar repentino y se desmayó o incluso murió? Para evitar accidentes en situaciones como esta, se desarrolló un sistema de frenado llamado “hombre muerto“, creado para frenar o bajar la velocidad a un tren, si no se activa a ningún comando por parte del conductor durante 30 segundos o más. Para esto, hay un botón en el panel del conductor que debe presionarse, al menos una vez cada 30 segundos, para que el tren sepa que él, el conductor, está allí, operativo y consciente.

Creo que este botón se parece mucho a la oración. A través de la oración, nos conectamos con Dios y le mostramos que estamos “espiritualmente activos y conectados“. Sin embargo, si pasamos demasiado tiempo sin orar, nuestro Dios necesita activar el sistema de “hombre muerto” y poner un “freno” a nuestras vidas, reducir la velocidad y eso puede retrasar nuestro viaje y retardar el alcance de nuestros objetivos.

Pero es importante entender que el sistema de “hombre muerto” existe para protegernos. Si no estamos 100% conectados y en pleno control de nuestra vida, necesitamos reducir la velocidad y, con eso, evitar accidentes. Sin embargo, cuando estamos completamente enfocados y conectados con Dios y el Espíritu Santo, podemos determinar con seguridad el ritmo de nuestro viaje, por nosotros mismos.

Oración: Señor, en este viaje llamado vida, quiero estar siempre conectado contigo y con el Espíritu Santo. ¡Amén!

Versículo base: ¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu (NVI) 1 Juan 4:13

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