¿Has tomado algo que no sea tuyo?

Mi madre plantó un árbol de maracuyá frente a su casa. Sin embargo, ella nunca ha comido y nunca comerá ningún fruto de ese árbol. ¿Por qué? Porque, como el árbol está expuesto en la calle, al alcance de todos, cuando el fruto nace, es robado incluso antes de que madure. Jamás quedó cualquier fruta en el árbol. Y lo mismo ocurre con las flores que planta mi madre. Hay gente que pasa por allí y cree que las puede llevar porque están “a la mano“.

Este es nuestro mundo. Un lugar donde alguien cree que puede tomar algo que no le pertenece, simplemente porque está ahí, al alcance de la mano. Por eso, es común decir que “la ocasión hace al ladrón”.

Estas personas, sin embargo, ignoran un poderoso versículo, que está en Proverbios. Él dice que “los tesoros de origen deshonesto no sirven para nada, pero la justicia libra de la muerte”. Este versículo resalta que lo que gano deshonestamente no tiene uso ni valor. Y por otro lado, la justicia, que es no tomar lo que no me pertenece, me salvará de la muerte. Pronto me doy cuenta de que no hay ningún beneficio en tomar lo que no es mío y mucho beneficio en ser íntegro.

¿Has tomado algo que no sea tuyo?

Oración: Señor, mi deseo es ser recto. Si he tomado algo que no es mío, te pido que me lo reveles ahora. Amén.

Versículo base: Tesoros mal adquiridos no aprovechan, pero la justicia libra de la muerte. (NBA2005) Provérbios 10:2