¿Eres un extra o el protagonista?

Una película suele necesitar muchos “extras”.

“Extras” es el nombre que se les da a los actores, que deben estar en una escena, pero sin participación activa. Son actores, cuya función es simplemente ser relleno de composición a un escenario, dándole más realidad y naturalidad a la escena. En la escena de un restaurante, por ejemplo, habrá muchos “extras” como clientes, ya que un restaurante completamente vacío sería muy extraño.

Un extra nunca debe mirar a la cámara, ya que esto podría llamar la atención del espectador y desviar la atención del personaje principal, que es el protagonista de la película. Un extra, tampoco debe parecerse físicamente al protagonista, por la misma razón. Si se supone que un extra está hablando en la escena, simplemente moverá la boca, sin emitir ningún sonido, para apenas dar la apariencia de estar hablando. Y por último, los extras no pueden usar ropa muy llamativa, porque deben pasar desapercibidos en la escena.

Sigo pensando que muchos de nosotros, nos pasamos la vida como extras sin ningún destaque, sin llamar la atención, sin ser notados. Y cuando leo la palabra de Dios, entiendo que no estamos llamados a ser extras, sino, a ser protagonistas.

Dios no nos creó simplemente para pasar por esta vida sin que nadie nos perciba o nos note. Él nos creó y nos dio voz, autoridad, poder y protagonismo. Para ello, nos ha dado dones y talentos, que espera que sean utilizados para cumplir el propósito para el cuál fuimos creados.

“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.”, nos dice 2 Timoteo 1, versículo 7. Estamos llamados a tomar la delantera y proclamar las verdades del creador. Porque el mismo Jesús dijo que “Si ellos se callaran, las piedras a lo largo del camino se pondrían a aclamar.” (Lucas 19,40). No entregues tu protagonismo a las piedras.

Decide hoy asumir el papel que Dios quiere para tu vida. Has sido llamado a proclamar las verdades de su palabra. No te quedes callado. Revisa tus dones y talentos y pregúntale a Dios: Señor, ¿Qué puedo hacer con ellos para establecer tu reino aquí en la tierra?

Oración: Señor, quiero ser protagonista. Quiero cumplir el propósito para el cual fui creado. Revélame cómo puedo usar mis dones y talentos para establecer tu reino. Amén.

Versículo base: Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. (NTV) 2° Timoteo 1:7