El regalo llamado hoy

Cada día recibimos un gran regalo del Señor. Este regalo se llama HOY.

No sé cómo llegó tu “hoy” en este día. Si fue acompañado de sol o lluvia, de frío o calor, con horas libres o lleno de actividades. Tampoco sé si tu “hoy” vino con algún gran desafío u obstáculo que superar o si traerá algún reencuentro, una despedida, un adiós definitivo o un hasta pronto. Quizás, tu hoy esté acompañado de un gran evento o simplemente sea un día cotidiano. Pero entre todas las infinitas variables que el día de hoy puede traer, sólo una cosa sé con toda seguridad: tu hoy es un regalo del Señor.

Es interesante pensar que todos los seres humanos en esta tierra, que hoy amanecieron respirando, lo hicieron porque el Señor lo permitió. Aún los hombres perversos, o los poderosos, que se burlan de Dios e ignoran sus principios, no lo saben o no quieren admitirlo, pero sólo respiran porque Dios se lo permitió. Todo lo que se necesita es un chasquido de dedos o un abrir y cerrar de ojos de nuestro Señor y FIN. Todo termina. Para todos, el hoy es y siempre será, un regalo de Dios.

Mi madre me enseñó que, al recibir un regalo, siempre debo decir “¡gracias”! Un regalo es algo que recibimos, sin tener que dar nada a cambio. Pero la gratitud es necesaria, es parte de una buena educación. Por eso, nadie debería pasar un solo día sin decir: “gracias Señor”.

Y además de dar las gracias, otra cosa que se hace con un regalo es cuidarlo. No recibes un regalo para tirarlo a un rincón o a la basura. Debes usarlo hasta que se gaste por completo. Por tanto, debemos aprovechar muy bien las 24 horas recibidas hoy. Ellas terminarán, en la misma hora que el carruaje se convierte en calabaza. Por eso, el momento de usar y disfrutar tu regalo es ahora mismo.

Decide ser agradecido y aprovechar cada regalo que recibes del Señor, especialmente ese regalo que recibimos todos los días, al que llamamos HOY.

El regalo llamado hoy – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero estar agradecido por mi hoy. Gracias Señor porque me regalaste un día más de vida, con todos sus desafíos y oportunidades. Quiero hacer buen uso del regalo que me diste. Amén.

Versículo base: Ya he entendido que no hay nada mejor para ellos que alegrarse y hacer el bien en sus vidas; Y también que cada hombre coma y beba, y disfrute del bien de todo su trabajo; este es un regalo de Dios. (ACF) Eclesiastés 3:12-13

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