El estante del arrepentimiento

Si ya te diste cuenta, hay estantes junto a los cajeros, que actúan como un último disparador de compra para el consumidor. En estos estantes suele haber productos superfluos y de bajo valor, que son comprados por impulso por el consumidor, como golosinas, bebidas, chocolates, revistas, etc. Sin embargo, también he observado que en estos estantes quedan muchos productos que los clientes tomaron durante su compra en el mercado, pero que mientras esperaban en la fila del cajero desistieron de tomarlos. Es muy común encontrar en estos estantes productos que no deberían estar ahí, pero que fueron dejados por los clientes. Por lo tanto, suelo llamar a estos estantes el “estante del arrepentimiento“. Es el lugar donde los clientes dejan los productos de los que se arrepintieron de la compra antes de pagarlos.

Tengo cosas que necesito dejar en el estante del arrepentimiento. Llevo conmigo la ira, el rencor y el resentimiento contra personas y circunstancias, que necesito dejar en el estante del arrepentimiento. Llevo frustraciones, ansiedades y preocupaciones que necesito dejar allí. Estos son sentimientos que no debo llevar conmigo. Así que voy a Dios cada mañana, para abrirle mi corazón y reconocer que tengo fallas. En Dios tengo una estantería, para dejar todas estas cosas que son un peso innecesario en mi vida.

Hoy te invito a ir a los pies del Señor y dejar en el estante del arrepentimiento todos estos sentimientos que hacen más pesados tus días.

Oración: Señor, vengo hoy ante ti para dejar todos esos sentimientos de ira, furia, rencor, frustración y tristeza en la repisa del arrepentimiento. Ya no quiero llevarlos conmigo. ¡Amén!

Versículo Base: Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio!  (NVI) Salmo 62:8