El amor al dinero
¿Cuál es el límite de alguien que solo quiere tener dinero? ¿Qué tan lejos puede llegar alguien así? Siempre es asustador pensar en todas las cosas que la gente ha hecho por dinero.
Brian Banks es un jugador de fútbol americano a quien le destrozaron la vida por dinero. En 2002, una compañera de clase lo acusó falsamente de violación, porque buscaba en realidad, demandar a la escuela, de donde obtuvo una indemnización de $ 1,5 millones de dólares, mientras que Banks fue condenado a 5 años de prisión y más 5 años más en libertad condicional, además de ser registrado como delincuente sexual. En marzo de 2011, cuando Banks ya estaba en libertad condicional, la joven que lo había acusado, lo buscó en las redes sociales y lo invitó a una reunión donde confesó la falsa acusación, sin saber que Banks estaba grabando la conversación. Con eso puede ser absuelto, ¡pero su carrera como jugador se vio comprometida y jamás alcanzó el éxito que había podido alcanzar!
Pablo en su primera carta a Timoteo, capítulo 6, versículo 10 escribió que “el amor al dinero es la raíz de toda clase de males”. Es importante ver que Pablo no dice que el dinero es la raíz de todos los males, sino el amor por él. El dinero en sí no es algo malo. Pero por amor a él, la gente destruye la vida de otros seres humanos, practicando cualquier clase de males: mentiras, engaños, robos, secuestros e incluso asesinatos.
Vivimos en un mundo donde muchos aman el dinero. Por eso, este mundo está lleno de raíces de maldad. Pero tú y yo podemos huir de esto. “Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad”.
Oración: Señor, quiero amarte a ti y a tu reino, y no al dinero. ¡Amén!
Versículo base: Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad. (NVI) 1 Timóteo 6:9-11