Dios es mi luz

Mi madre, Elinor Reinke.

Mi madre no tuvo una vida fácil. Con solo 2 años, perdió a su madre y tuvo que ser adoptada por una familia vecina, la familia Kubelke, ya que su padre, un alcohólico, no podía mantener a una familia. Pronto, perdió contacto con varios de sus hermanos y durante años no supo nada de ellos. En la familia adoptiva, convivió con la muerte de una hermana, la hija legítima de los Kubelke, que murió a los 15 años. Se casó con mi padre, Alfredo Reinke y perdió a su primer hijo, con tan solo 26 días, después del error de una enfermera, que aplicó penicilina al bebé sin primero tener una prueba de alergia. Unos años más tarde, le diagnosticaron la enfermedad de Kron, con la que todavía lucha hasta hoy. Cuidó y acompañó a mi padre en la lucha contra el Alzheimer y la fibrosis pulmonar hasta su muerte en 2015.

Sin embargo, una característica llamativa de mi madre siempre ha sido su sonrisa. Crecí viendo más sonrisas que lágrimas. Y aprendí de ella a amar a Dios sobre todas las cosas.

Mi madre se llama Elinor, que significa “Luz” o “Dios es mi luz“. Y sí, eso ha sido cierto en la vida de mi madre. Dios ha sido su luz, por eso, en medio de todas las adversidades que la vida ha presentado, mi madre siempre logra sonreír. Y en su sonrisa, ella hace brillar la luz de Dios!

Hoy, en su cumpleaños, solo puedo decir: ¡gracias mamá! ¡La luz del Dios a quien tu sirves siempre ha brillado en mi vida! ¡Y sigue brillando!

Oración: ¡Señor, estoy agradecido por la vida de mi madre y todo lo que ella me enseñó y enseña cada día! ¡Amén!

Versículo base: El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? (NVI) Salmos 27: 1

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