¿Cómo reaccionas ante las injusticias?

Sucedió recientemente en el campeonato mundial de tenis sub-14. Un jugador sueco, llamado William Repakis, de 13 años, se mostró indignado por la decisión del árbitro de considerar dentro un balón que había sido afuera. Por el punto injusto, el joven sueco le mostró el dedo del medio al árbitro y acabó siendo eliminado del torneo.

Una verdad que todos conocemos o llegaremos a conocer en algún momento de nuestras vidas es ésta: nuestro mundo no es justo. No hay justicia en este mundo caído en el que vivimos. Todos hemos sufrido o sufriremos algún tipo de injusticia. A veces la injusticia sería intencional o deliberada, otras veces será por un error humano. Pero sufrir injusticias es prácticamente inevitable.

Sin embargo, si la injusticia es inevitable, mi reacción ante ella no lo es. Está en mi poder decidir cómo reacciono ante la injusticia. El joven sueco optó por el camino de la ofensa y recibió una penalización aún mayor que un punto en un partido de torneo. Fue eliminado. Y esta historia me enseña que sufrir una injusticia y tener una reacción enojada, ofensiva y descontrolada no trae ningún beneficio, al contrario, trae un daño aún mayor.

Por eso, la Biblia nos exhorta a controlar nuestra ira. Eclesiastés 7:9 nos dice que el que no controla su enojo es un necio: “No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo es propio de gente necia.”. Ya Proverbios 19:11 nos dice que “la prudencia consiste en refrenar el enojo” y agrega que “la honra está en pasar por alto la ofensa”.

Hay honra cuando paso por alto la injusticia que me hicieron. Soy prudente cuando controlo mi ira y ejercito la paciencia. La ira es un comportamiento proprio de los necios, aún cuando es justificada.

¿Eres prudente o necio? La manera en que reaccionas ante la injusticia puede responder a esta pregunta.

Oración: Señor, quiero ser prudente y no necio. Sé que enfrentaré la injusticia en este mundo. Ayúdame Señor a controlar mi enojo e pasar por alto la injusticia que se me hace. Amén.

Versículo base: La prudencia consiste en refrenar el enojo, y la honra, en pasar por alto la ofensa. (DHHE) Proverbios 19:11