Aun su oración le será abominable

En 2001, la famosa actriz Winona Ryder fue sorprendida robando una tienda de ropa, la Saks Fifth Avenue. En ese momento, además de la ropa robada, la policía también encontró drogas en su poder. Con este evento, la actriz empezó a perder papeles en el cine. Y si piensas que la actriz perdió los papeles por la preocupación de Hollywood por la imagen de sus actores, en realidad no fue así. Incluso es posible que Hollywood disfrute del comportamiento cuestionable que tienen sus actores más famosos, y al mirar de cerca la vida de muchos de ellos, lo que encontramos no son más que malos ejemplos. Pero había una razón mayor por la que no se le podían ofrecer papeles a la actriz: no tenía seguro.

Durante todo el tiempo que la actriz tuvo que acudir a los tribunales para responder por sus delitos (robo y posesión de drogas), quedó “no asegurable” para las compañías de seguros. Y sin seguro, ningún actor entra al set de grabación.

Al leer esta noticia, me puse a pensar que esto es exactamente lo que hace el pecado en nuestras vidas: nos deja sin seguro. El pecado es una barrera entre Dios y el hombre. Por lo tanto, cuando peco y no hay confesión ni arrepentimiento, el pecado se convierte en una barrera entre Dios y yo. Y así pierdo mi “seguro”, que es la dirección de Dios en mi vida.

Cuando Cristo vino al mundo y murió por los pecados de toda la humanidad, recibimos un seguro que nos permite volver a la comunión con el Padre. Pero este seguro no significa que seamos libres de pecar indiscriminadamente. Al contrário. “¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?” (Romanos 6, versos 1 y 2)

Finalmente, Proverbios 28, versículo 9, nos advierte que “Al que aparta sus oídos de oír la Ley, aun su oración le será abominable”. El pecado, sin confesión y arrepentimiento, hace abominable su oración. Dios es Santo y no cohabita con el pecado.

Aun su oración le será abominable – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero confesar ante ti todo mi pecado. Te pido Señor, arrepentimiento genuino, para siempre tener comunión contigo. Amén.

Versículo base: “Al que aparta sus oídos de oír la Ley, Aun su oración le será abominable.” (ACF) Proverbios 28:9

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