Aprendiendo de los errores

Una serie de 4 puntillas, donde las 3 primeras no fueron bien puestas
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Ocurrió en Lima, el pasado 18 de noviembre del presente año. Un Avión A320 despegaba cuando colisionó con un camión de bomberos en la pista de despegue a más de 250 km/h. La información inicial sobre el accidente es que, en el momento de la colisión, el cuerpo de bomberos estaba en ejercício de entrenamiento para medir su tiempo de respuesta a un potencial siniestro, y que este camión habría ingresado a la pista sin autorización de la torre de comando. Esta información aún debe ser confirmada por la investigación. El accidente no dejó víctimas mortales en el avión, pero 2 bomberos que iban en el camión fallecieron instantáneamente y un tercer bombero se encuentra hospitalizado en estado grave.

Aquí, quiero resaltar algo de este accidente: a pesar del choque, aún que el avión se incendió y tuvo pérdida total, ningún pasajero murió en el accidente. Y esto solo fue posible gracias a la evolución existente en la aviación. Accidentes similares en el pasado dejaron víctimas mortales debido a la composición de los materiales con que se construyeron los aviones, muchos de ellos, con materiales inflamables en su interior, que generaban gases tóxicos. Actualmente, y debido al constante aprendizaje en la aviación mundial, un accidente como este no deja víctimas en el interior de la aeronave.

Mi amado hermano y hermana, qué importante es aprender de nuestras experiencias para evolucionar como seres humanos y cristianos. Tú y yo seguramente hemos cometido muchos errores en esta vida. La gran pregunta entonces es: ¿Aprendemos de ellos? ¿Hemos evolucionado? ¿O seguimos repitiendo los mismos errores?

El texto de hoy nos dice que “El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir” y enseguida dice que, si este tropieza, “no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano”. El tropiezo mencionado en este versículo, son los errores que cometemos. Y en este texto aprendo que Dios no me abandona, al contrario, me toma de la mano para que no caiga. Entonces tengo la oportunidad de aprender de mi error para no volver a cometerlo.

Oración: Señor, quiero aprender de mis errores, para ser cada vez más como Cristo. Amén.

Versículo Base: El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano. (NVI) Salmo 37:23-24

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