Enfócate en lo que realmente importa
Vi esta frase en una red social: “Los barcos no se hunden por el agua que está afuera. Los barcos se hunden por el agua que tienen dentro. No dejes que lo que sucede a tu alrededor invada tu interior y te hunda“.
Pablo y Silas entendieron perfectamente esta verdad. Y así, aún en prisión, pudieron cantar y alabar a Dios (lea esta maravillosa historia en Hechos 16:16-36). Pablo y Silas habían aprendido que no importaba lo que estaba a su alrededor y por lo que estaban pasando en aquel momento. Lo más importante de todo era vivir el propósito para el cual habían sido llamados. Por eso, ellos no permitían que lo que pasaba afuera entrara en su interior.
Todos desearíamos una vida perfecta, pacífica y sin problemas. ¡Esta vida es posible, sí! Pero tal vez, no en esta tierra. Vivimos en un mundo caído, caótico y turbulento. Vivimos en un mundo donde el odio, la codicia y la maldad están por todas partes. Tratar de evitarlos sería como si un bote en medio del océano tratara de evitar el agua. No podemos escapar de la maldad de este mundo, pero podemos evitar que penetre en nuestra mente y corazón.
¿Cuál es el secreto para lograr esto? Enfocarse en lo que realmente importa. Y lo que importa es el amor de Dios por nosotros, su gracia, misericordia y salvación. Pablo explicó esto en el texto central de hoy: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.“.
Oración: Señor, quiero vivir mi vida, enfocado en lo que realmente importa: tu amor, gracia, misericordia y salvación. ¡Amén!
Versículo base: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios,* ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.” (NVI) Romanos 8:38-39
AMÉN, GLORIA A DIOS