Vivan por el Espíritu

Puede que te preguntes por qué tiene ciertas reacciones. ¿Por qué me enfado tan fácilmente? ¿Por qué me siento enojado? Por otro lado, su lucha puede ser con una insatisfacción permanente. ¿Por qué no me siento satisfecho?

Me tomó mucho tiempo entender algo, que luego se convirtió en un punto de inflexión en mi vida. Y fue comprender la lucha que existe entre mi carne y mi espíritu. Y durante mucho tiempo, ganó la carne. Al no alimentar a diario mi espíritu, mi carne se fortalecía cada día, porque nunca dejo de alimentarla.

Hoy sé la respuesta a estas preguntas en el primer párrafo. Todo esto sucede cuando no vivo por el espíritu, sino por la carne. Sin embargo, si vivo por el espíritu, puedo vencer los deseos de mi carne. “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren“.

Al leer este devocional, estás alimentando tu espíritu. Mi deseo es que esto sea un hábito diario en tu vida.

Oración: Señor, quiero vivir por el Espíritu y no más por mi carne y los deseos de este mundo. ¡Amén!

Versículo base: Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. (NVI) Gálatas 5:16-17