“Una verdad a medias es una mentira completa”

Hoy voy a hablar de un hombre muy conocido. Amaba especialmente a los niños y los animales. Siempre estaba atento cuando un niño se le acercaba, y amaba mucho a su perro llamado Blondi. Escribió 2 libros e hizo todo lo posible para cambiar el mundo. Insatisfecho con el mundo que conocía, no escatimó esfuerzos para que, no sólo su país, sino el mundo entero, se asemejara más a lo que él entendía ser lo mejor para la humanidad. Era un excelente orador, sus discursos eran elocuentes y todos los que lo escuchaban quedaban asombrados. Y por eso, obtuvo la posición más alta de liderazgo en su país y así comenzó la creación de un nuevo mundo. Su nombre era Adolf Hitler.

Esta reflexión pretende mostrar una verdad importante: las palabras pueden ser engañosas, incluso cuando son verdaderas. Todo lo mencionado anteriormente es absolutamente cierto. Sin embargo, no es la verdad completa. Mi relato no mencionó la masacre de 2 millones de judíos, la tortura, la crueldad, el racismo y el odio. El relato es una “verdad a medias” porque no está completo.

Un proverbio chino dice que “una verdad a medias es una mentira completa”. Y nuestro mundo está lleno de “verdades a medias“. A partir de “verdades a medias” juzgamos y nos ponemos a favor o en contra de esto o aquello. Elegimos a un político y lo defendemos en las redes sociales sin tener acceso a la “historia completa“. Creemos que el famoso actor tiene una vida perfecta, sin saber que ya ha estado en rehabilitación 4 veces por consumo excesivo de drogas y alcohol. Envidiamos a nuestro vecino y su auto recién salido del concesionario, sin saber que sus deudas suman más del doble de su capital total.

¿La conclusión? No nos apresuremos a formar opiniones sobre lo que no sabemos. O puede que, sin saberlo, te conviertas en un admirador de un Hitler.

Oración: Señor, no quiero apresurarme a formar opiniones sobre hechos que no conozco. No permita que verdades a medias formen opiniones en mi mente. ¡Amén!

Versículo base: Los labios mentirosos son abominación al Señor, Pero los que obran fielmente son Su deleite. (NBA2005) Proverbios 12:22